Aunque se haya convertido en un sonido desagradable que podemos calificar de ‘habitual’ en nuestro día a día; mas aún en el caso de todos quienes viven en la gran ciudad, el claxon de tu vehículo está pensado en exclusiva para ser utilizado en puntos determinados. Y siempre cuando hablemos de aspectos relacionados con la seguridad.
Ahora te enseñamos cuándo debes utilizar el claxon de tu vehículo, porque es en contadas ocasiones son en las que se puede usar este sistema de advertencia.
Regulado por el artículo 110 del Reglamento General de Circulación
Y es que debes tener en cuenta que el uso del claxon está permitido para alertar de un peligro a otros conductores o usuarios de la vía. Sin embargo a menudo, de forma incorrecta, se utiliza para otras muchas cosas: saludar a un amigo, avisar a otro vehículo detenido en un semáforo que ha cambiado a verde, para increpar sobre una maniobra incorrecta a otro conductor… Y no digamos si nos han dejado sin posibilidad de salir de nuestra zona de aparcamiento.
Las grandes ciudades son las que sufren una elevada contaminación acústica por motivos como obras en las calles, atascos, trabajo de vehículos de limpieza… Por este motivo, las administraciones se han visto obligadas a regular el nivel de ruidos para garantizar el confort y mejorar la salud de los ciudadanos.
Por eso la DGT ha aprobado el artículo 110 del Reglamento General de Circulación. Este prohíbe concretamente emplear señales acústicas de sonido estridente y sin motivo reglamentariamente permitido. También está prohibido su uso cuando en la calle hay una señal R-319, salvo en si se trata de cualquiera de las tres situaciones antes anunciadas.
Según dicta el artículo 11.7 del Reglamento General del Vehículo, todo vehículo debe disponer de un productor de señales acústicas que cumpla con los criterios establecidos reglamentariamente (un coche, por poner un ejemplo, no puede usar la bocina que emplea un camión). Y este elemento productor de sonidos no es otro que el más conocido como claxon.
