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Skoda Scout. La versión más aventurera

Lo primero de todo decir que he intentado ser lo más objetivo posible con el nuevo Skoda Scout, pues la anterior generación, lanzada en 2007 (tuvo un restyling en 2009), me parecía el vehículo más equilibrado del mercado. Es más, quien me preguntaba que cual sería el coche que me compraría, siempre contestaba lo mismo: un Scout.

Alternativa lógica a SUV y Crossover

Y es que el Skoda Scout (en España no se conoce como Octavia Scout) me parece un vehículo equilibrado por la relación entre su tamaño y su amplitud, porque su capacidad off-road es como la de un crossover (también es verdad que ninguno se compra uno de estos para hacer todoterreno extremo), porque tiene un comportamiento de «coche», y no de SUV, o porque su menor altura respecto a un SUV repercute favorablemente en el consumo (es 16 centímetros más bajo que un Skoda Yeti). En definitiva, habiendo un Scout, yo no me compraría un Yeti, pero eso es lo que yo pienso, pues para gustos…

Todos los Scout… 4×4

El nuevo Skoda Scout toma la base de un Octavia Combi y su plataforma MQB, pero cuenta con unos paragolpes específicos. Le aportan una estética robusta, ahora habitual en el mercado, pues cuando se lanzó al mercado sólo existía el Audi A6 Allroad y el Volvo XC70. El interior presenta un espacio sensacional y un maletero que no pierde ni un litro respecto a cualquier Octavia Combi (tiene un mínimo de 610 litros y una rueda de repuesto de medida 205/55 R16), y eso que la tracción 4×4 obliga a equiparlo con el diferencial trasero (Skoda ha confirmado que no existirá un Scout con tracción delantera, cuando sí se vende un Audi A4 Allroad 4×2 o un VW Passat Alltrack 4×2). La calidad también está a una gran altura, tanto como el equipamiento de serie para esta versión Scout, donde no falta airbag de rodilla (es el primer Skoda en equiparlo), el climatizador de dos zonas, la pantalla táctil central…

La suspensión eleva su carrocería 31 milímetros del suelo, hasta los 171 (un Yeti tiene 180 milímetros de altura libre al suelo), lo que permite adentrarse por pistas, pero poco más. No es un todoterreno y eso queda claro desde que vemos que utiliza unos neumáticos Michelin Pilot Primacy en medida 225/50 R17 enfocados al asfalto ¿Mejor con unos M+S? Seguro, pues al pasar por zonas con barro, deslizaba bastante aún con el excelente trabajo de la tracción total, con embrague Haldex de quinta generación. Está mas enfocado a mejorar la adherencia al circular sobre nieve, y será un vehículo idóneo para subir a esquiar en familia. No equipa el control de descensos, elemento que si ofrece el Yeti, el cual no pasa por muchos sitios más complicados que este Scout, algo que también sucede si lo comparamos con cualquier SUV o crossover actual.

Dinámica de turismo

Su altura es de 1,53 metros, lo que le confiere una dinámica de turismo. Toma la plataforma modular MQB, con un eje trasero multibrazo, y además la tracción 4×4. Si a ello le sumamos el diferencial XDS, todo ello ayuda a ofrecer un comportamiento dinámico muy bueno. Skoda a trabajado en el peso, y el nuevo Scout es 29 kilos más ligero que antes.

Todo ello, particularmente, me parece que hace más lógico un Scout respecto a cualquier SUV equiparable del mercado.

Tres motores eficientes y prestacionales

A España llega con el propulsor 1.8 TSI de 180 CV, una opción que sólo se combina con el cambio automático DSG de 6 marchas, tendrá una demanda mínima. Con este motor de gasolina, el Skoda Scout acelera de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos, alcanza 216 km/h y su consumo medio es de 6,9 l/100 km.

El grueso de las ventas recaerán en el 2.0 TDI de 150 CV, que sólo llega con cambio manual. Sus prestaciones son muy buenas (207 km/h de punta y 9,1 segundos de 0 a 100 km/h), y en marcha, pocas veces le reclamaremos el que tuviera más caballos. Cuenta con stop-start y modo ECO (además del Sport, Normal e Individual), lo que ayuda a minimizar el gasto. En ciudad le medimos un consumo de 6,2 l/100 km, mientras que en carretera bajó hasta los 5,6 l/100 km, un consumo casi inalcanzable para un SUV con una potencia equivalente (homologa un gasto medio de 5,1 l/100 km).

Por encima este Scout estrena una combinación inédita en Skoda, hasta tal punto que han convertido un Octavia Combi RS TDI en un vehículo mucho más funcional, con cambio DSG y con tracción 4×4 (el Octavia RS TDI sólo se vende en tracción delantera, pero con opción a DSG). Es una combinación única y presenta unas prestaciones magníficas (219 km/h de punta y 7,8 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h). La unidad probada carecía de levas para un manejo secuencial del cambio, pero sumaba frente al TDI 150 la «navegación a vela», elemento exclusivo de los DSG y que también repercute de manera favorable en el consumo. Le medimos un gasto de 6,1 l/100 km en un recorrido mixto, una cifra que no está nada mal (homologa 5,1 l/100 km).

El Skoda Scout llega en noviembre y el 2.0 TDI 150 CV tendrá un precio de lanzamiento de 25.000 euros con Plan PIVE y la promoción de la marca (sin ellos, la versión de acceso cuesta 30.340 euros, que son 6.910 euros más barato que un Passat Alltrack TDI 140 CV 4Motion y sólo 630 euros más que un Skoda Yeti TDI 140 4×4 Ambition).

Los precios sin ningún tipo de descuento del nuevo Skoda Scout son:

– Skoda Scout 1.8 TSI 180 CV DSG 4×4: 31.840 euros.

– Skoda Scout 2.0 TDI 150 CV 4×4: 30.340 euros.

– Skoda Scout 2.0 TDI 184 CV DSG 4×4: 32.740 euros.