Llevábamos años avisando de que el día que los fabricantes chinos decidieran llegar al mercado europeo, podría producirse una pequeña revolución… Y ese momento ya ha llegado. Se avecina avalancha de coches chinos.
Los fabricantes del gigante asiático han ido aprendiendo –gracias fundamentalmente a acuerdos de producción con marcas clásicas– no los entresijos del negocio, sino sobre todo, los estándares de calidad que se estilan fuera de las fronteras de China. Y sobre todo en el continente europeo.
Si a eso unimos, la disrupción que supone este cambio de modelo en el que los modelos de combustión clásica son sustituidos por la nueva movilidad eléctrica, el momento es perfecto para ganar clientes en el mercado europeo.
3SAIC, el primer fabricante de coches chinos que se asoció con marcas europeas
Esa experiencia le ha llevado a tener acuerdos de fabricación, además de con el Grupo Volkswagen, con General Motors o a comprar el 48 por ciento de SsangYong. Además de MG, que sigue manteniendo su proverbial estilo británico con la más avanzada tecnología eléctrica, llega a Europa con otra marca, Maxus, centrada en modelos más versátiles.
Si hablamos de BYD, la división de automóviles se creó en 2003. Y desde entonces ha estado intentando llegar a Europa con potencia. Incluso en épocas pre electrificación, con algún modelo, como el BYD 06 cien por cien eléctrico. Ahora está preparando un nuevo desembarco que veremos en los próximos meses.
