Pep Guardiola, uno de los entrenadores más laureados del mundo, es conocido por su brillantez táctica y su exigencia en el campo de juego. Sin embargo, fuera del césped, el catalán también tiene una faceta menos conocida: la de conductor un tanto accidentado. Ha tenido varios coches en su haber y, lamentablemente, no todos terminaron muy bien.
Según el libro «Pep’s City: The Making of a Superteam», el ex director técnico ha protagonizado cuatro accidentes de tráfico desde su llegada al Manchester City en 2016. Las víctimas de estos percances han sido un Mercedes GLE, un Bentley GTX 700 plateado, un Range Rover y un Mini Cooper. Si, todos modelos que lujo que sufrieron diferentes lesionados en las manos del tres veces campeón de Champions League.
¿Pep Guardiola es mal conductor o víctima de la mala suerte?
Las causas de los accidentes no se han revelado, pero algunos especulan que la apretada agenda de Pep Guardiola y la presión del trabajo podrían ser factores que influyen en su conducción. Otros, en cambio, lo atribuyen simplemente a la mala suerte. Lo que es cierto es que no te recomendamos que le prestes tu coche al entrenador del Manchester City, al menos que no quieras que termine con alguna abolladura.
La acumulación de accidentes ha generado cierta preocupación entre los aficionados y la prensa, quienes se preguntan si el estratega catalán debería reconsiderar sus hábitos de conducción o buscar un chofer personal. Algunos incluso han sugerido que el técnico podría tener un problema de atención que lo distrae al volante. Sabemos que es un obsesivo con el fútbol y que eso podría provocar que esté pensando en otra cosa mientras se ubica detrás del volante.
¿Cuánto le costó a Guardiola los accidentes que protagonizó?
Los daños causados por estos accidentes han sido considerables. Se estima que Pep Guardiola ha gastado alrededor de 540.000 euros en reparaciones o reemplazos de sus vehículos. Sin embargo, esta cifra representa solo una pequeña fracción de su salario anual, que ronda los 23 millones de euros. No es un gran problema para el entrenador estos choques.
Independientemente de las causas, la historia no deja de causar sorpresa y curiosidad. Sobre todo si repasamos que tuvo el lujo de conducir modelos de la altura del Mercedes GLE. Un poco se entiende por qué fue bajando la gama hasta conducir un MINI Cooper, un coche que no duele tanto accidentar.
