Aunque la herencia deportiva de Bugatti está más asociada con ‘French Racing Blue’, muchos de sus modelos más emblemáticos están terminados en la combinación de colores favorita de su fundador Ettore Bugatti: negro y amarillo.
Guiño a Ettore Bugatti
Para los verdaderos conocedores de la marca, un hiperdeportivo acabado en negro y amarillo no es solo una encarnación llamativa de la famosa pintura de dos tonos de Bugatti; es un guiño al propio fundador. Muchos de los vehículos personales de Ettore Bugatti se terminaron con esta combinación de colores. Y su popularidad ha perdurado desde el fundador, a través de la era de los automóviles diseñados por Jean Bugatti, y hasta la actualidad.
La historia del negro y el amarillo se remonta a la fábrica en Molsheim. Donde las vigas que se asentaron sobre las viejas puertas de roble, se terminaron pintando con los llamativos colores preferidos por Ettore.
Muchos de los primeros coches personales de Ettore eran negros. Pero a medida que sus vehículos evolucionaron a partir de sus diseños tradicionales de Grand Prix, comenzaron a adoptar por completo el movimiento Art Deco.
Los ahora famosos diseños de dos tonos se crearon bajo la combinación de colores favorita para Ettore. Y fue esa chispa la que encendió un fuego que alentó a innumerables clientes a adoptar el negro y el amarillo para su propio coche.
