Las multas de trafico son el medio corrector que la DGT emplea para subsanar los malos hábitos en la conducción, que de forma involuntaria, y dolosa también, pudiéramos estar practicando en perjuicio de la seguridad vial. Es decir, las infracciones que a diario miles de conductores cometen, y que derivan en demasiadas ocasiones en accidentes y siniestros no deseados, con daños y victimas incluidos.
Pero este es un proceso, que al igual que la ley de trafico establece las normas de circulación, necesita de unas normas de actuación que se recogen en los procedimientos legales sancionadores de los distinto departamentos administrativos, en esta ocasión con referencia a la seguridad vial y el trafico.
La importancia pues de conocer, aun de forma muy resumida, en que consisten estos procedimientos, siempre es importante y necesario, para evitar otros tramites burocráticos mas farragosos.
El sentido estricto de las multas
Lo primero y fundamental es conocer sobre que conductas puedes recibir una multa cuando eres conductor, titular y usuario de un vehículo. Así que en esas condiciones, todas aquellas actuaciones contrarias a lo establecido en la Ley de trafico y seguridad vial y demás Reglamentos que desarrollan la legislación en materias adyacentes(Vehículos, Circulación, Conductores, etc..), se consideran infracciones, que en función de su importancia se clasifican en, leves, graves y muy graves.
Detectada la infracción por los agentes de la DGT, estos tienen la obligación de notificar al infractor que ha sido denunciado por el supuesto ilícito. Para ello se pueden dar dos casos, que el infractor este presente y se le entrega en mano el boletín de la denuncia o se le comunica posteriormente sin perjuicio de su desarrollo.
