A punto de celebrar los 50 años del Golf, el modelo de Volkswagen más mítico de su historia, la marca alemana tiene un propósito de cara a los nuevos tiempos: hacer accesible la movilidad libre de emisiones y democratizar el acceso a la tecnología eléctrica.
–¿Cómo resumirías la evolución del sector del automóvil en estos 40 años?
–Yo destacaría la capacidad de adaptación que ha tenido el sector, que es lo que ha impulsado que estemos inmersos en una de las mayores transformaciones de su historia. Si bien durante las últimas décadas del siglo XX y los primeros años del XXI los cambios no han sido tan profundos, ni tan rápidos, esos años marcaron el inicio de la conectividad y, por encima de todo, de la seguridad. Seguridad no solo enfocada al conductor, también al resto de los ocupantes del vehículo y los peatones.
En estos últimos 40 años, los fabricantes hemos hecho un esfuerzo muy importante en desarrollar sistemas de seguridad activa y pasiva, conscientes de la necesidad de reducir la siniestralidad y minimizar los daños en caso de un accidente de tráfico. Ahora estamos viviendo un nuevo capítulo en la historia de la seguridad con sistemas que ya no sólo son capaces de prever y evitar los accidentes, sino las situaciones de riesgos previas. Como no podía ser de otra manera, nuestro objetivo es llegar un día a alcanzar la cifra de cero accidentes, un objetivo compartido por organizaciones internacionales como la ONU o la Unión Europea, y que esperamos alcanzar con la llegada del coche autónomo.
–¿Y la de Volkswagen?
–Me siento orgullosa del papel que hemos jugado para mejorar la seguridad vial. Volkswagen es una marca que ha democratizado la tecnología, incorporando sistemas de seguridad que sólo eran accesibles en modelos premium del mercado, a vehículos de los segmentos de entrada, como el Polo. La seguridad, junto con la innovación, son atributos que definen a Volkswagen y forman parte de nuestro ADN.
También la deportividad define la esencia de Volkswagen. Deportividad que es sinónimo de emoción y pasión. La llegada a finales de los años 70 del Golf GTI marca un hito en nuestra historia y hace posible que muchas personas cumpliesen su sueño de conducir un vehículo de altas prestaciones.
Nuestro esfuerzo se centra ahora en llevar la movilidad eléctrica al gran público y democratizar una tecnología por la que hemos hecho una apuesta firme y que estamos convencidos que es el único camino para que las generaciones futuras puedan disfrutar de una movilidad libre de emisiones.
–¿Cuáles son los retos clave a los que se enfrenta el sector? ¿Cómo ves el futuro?
–El futuro es una movilidad sin emisiones. Tenemos que seguir apostando por la movilidad eléctrica que, unido a la conectividad y la digitalización nos llevara, en el medio plazo, a la conducción autónoma. Todas estas disrupciones tienen muchísimas implicaciones no sólo en el producto –en el que cada vez pesa más el software–, sino también en nuestros centros de producción, en nuestras estructuras organizativas y, por supuesto, en la relación con nuestros clientes, siempre en el centro de nuestras decisiones.
Y todo esto, que ya estamos viviendo, sucede en un escenario cada vez más volátil e imprevisible. Por eso, nuestra capacidad de anticipación y de adaptación y la agilidad en la toma de decisiones, marcará el éxito de nuestras compañías.
Tenemos un propósito: queremos que las próximas generaciones disfruten de una movilidad libre de emisiones. Este propósito es el que marca todas las decisiones de la compañía y define nuestra hoja de ruta
–¿Qué nos puedes avanzar sobre la estrategia de Volkswagen para esta nueva época?
–Tenemos un propósito: queremos que las próximas generaciones disfruten de una movilidad libre de emisiones. Este propósito es el que marca todas las decisiones de la compañía y define nuestra hoja de ruta para los próximos años. Con la estrategia Accelerate sentamos los pilares de nuestra transformación, que pasa por reforzar nuestra apuesta por la movilidad eléctrica, mientas seguimos mejorando la eficiencia de nuestros vehículos de combustión, imprescindibles para conducir esta etapa de transición.
Volkswagen fue el primer fabricante del sector en hacer público su compromiso con los acuerdos de París. En el año 2050 nuestro objetivo es ser una compañía CO2 neutral, por eso, y a pesar del contexto tan difícil que hemos atravesado durante estos últimos años, hemos mantenido con firmeza nuestro compromiso con la sostenibilidad. Un compromiso que está respaldado por inversiones muy importantes.
Hasta el año 2026 destinaremos 18.000 millones de euros en el desarrollo de la movilidad eléctrica. Y seguiremos impulsando nuestra ofensiva eléctrica con once nuevos modelos totalmente eléctricos hasta 2027. Nuestro objetivo es que, en el año 2030, un 80 por ciento de nuestro volumen de ventas en Europa se correspondan con vehículos cien por cien eléctricos.
–Elige un modelo de tu marca que haya hecho historia en estas cuatro décadas.
–Sin duda, el Golf. El Golf aúna mejor que ningún otro modelo de nuestra gama todos los atributos que definen a Volkswagen –tecnología, innovación, seguridad–, pero además ha alcanzado la categoría de icono. Ha logrado convertirse en un modelo de referencia dentro de la industria y eso es porque en él conviven dos rasgos que le han permitido diferenciarse del resto de vehículos: pasión y deseabilidad.
El próximo año celebramos el 50 aniversario del Golf, que se ha convertido en el tercer modelo más vendido de la historia del automóvil gracias a las más de 35 millones de unidades comercializadas desde que apareció en 1974.
–Y un coche o una tecnología que vaya a marcar el futuro, al menos el más inmediato, en Volkswagen.
–El modelo que ha supuesto un punto de inflexión en Volkswagen es el ID.3, con el que arrancamos una nueva era marcada por la electrificación. El ID.3, que acabamos de actualizar, se convirtió en su lanzamiento en 2020 en el primer coche del mundo CO2 neutral y el primer representante de nuestra familia ID.
Hoy la gama se ha ampliado con cerca de una decena de modelos, como los ID.4 y ID.5 o el nuevo ID.7, una berlina del segmento premium. También hemos hecho un guiño al pasado con el ID. Buzz, que es la reinterpretación eléctrica de uno de los modelos más legendarios de la historia del automóvil. Y a partir de 2025 incorporamos a la gama el ID.2, un compacto eléctrico cuyo precio estará por debajo de los 25.000 euros. Un modelo del que nos sentimos especialmente orgullosos porque se fabricará en España.
–Un deseo sobre el sector o sobre Volkswagen, que te gustaría que se cumpliera.
–Que la industria española sea punta de lanza en la transformación del sector. Que mantengamos la apuesta por la calidad, la innovación y la productividad como grandes señas de identidad. El sector del automóvil en España ha jugado un papel importantísimo en nuestra economía y en nuestro empleo y no podemos permitirnos quedarnos atrás. El Grupo Volkswagen ha confirmado proyectos clave para las fábricas de Pamplona y Martorell, así como la construcción de una gigafactoría en Sagunto. Tenemos planes muy ambiciosos y estamos comprometidos para que el automóvil continúe siendo el motor de la transformación de nuestro país.
–¿Qué papel crees que ha tenido la prensa especializada en el desarrollo de la industria automovilística en España?
–Habéis tenido un papel fundamental y lo seguiréis teniendo porque el coche eléctrico requiere de mucha pedagogía. Durante las últimas décadas, habéis jugado un papel clave a la hora de trasladar al público toda la tecnología y la innovación de los distintos modelos y ahora, en esta etapa de transición, en la que el usuario muchas veces se encuentra perdido, es importante que los medios mantengáis este papel activo en la divulgación de las nuevas tecnologías. Desde estas líneas, me gustaría felicitar y reconocer la labor y rigurosidad de todos los profesionales que habéis formado parte de parte de Motor16 durante estos últimos 40 años y desearos todo el éxito de cara al futuro.
