La Unión Europea está evaluando la posibilidad de aplicar aranceles retroactivos a los fabricantes chinos de vehículos eléctricos con batería, tras detectar un aumento significativo en las importaciones durante un período reciente. Se ha confirmado que entre octubre de 2023 y enero de 2024, aproximadamente 200.000 vehículos ingresaron a la Unión Europea desde China, lo que representa un aumento del 11% en comparación con el mismo período del año anterior.
Los indicios actuales sugieren que estos vehículos podrían estar recibiendo subsidios que distorsionan el mercado, lo que plantea preocupaciones sobre posibles daños a la industria automotriz europea. En respuesta a esta situación, la Comisión ha tomado la decisión de registrar las importaciones de nuevos vehículos eléctricos de batería procedentes de China, a partir de esta semana, en cumplimiento con las regulaciones de la Unión Europea sobre prácticas desleales de comercio.
La Unión Europea busca proteger a los fabricantes ‘de toda la vida’
Este registro permitirá un seguimiento más detallado de las importaciones específicas durante la investigación en curso. Si se determina que existe un perjuicio significativo para la industria europea al final de la investigación, la Comisión podría aplicar derechos compensatorios retroactivos como medida correctiva. La prioridad es proteger la competitividad y el empleo en la industria automotriz de la Unión Europea, asegurando un campo de juego justo para todos los fabricantes.
