El impuesto de circulación es uno de los gastos fijos que los conductores afrontan anualmente. Gestionado por los ayuntamientos, se calcula que estos ingresan unos 3.900 millones de euros por esta tasa, que están obligados a pagar todos los titulares de un vehículo.
En nuestro país existen grandes diferencias entre lo que se paga en una ciudad u otra. De hecho, un automovilista que viva en San Sebastián pagará un precio mucho mayor por el impuesto de circulación que uno que resida en Santa Cruz de Tenerife. Estas dos ciudades son la más cara y la más barata en lo que respecta a esta tasa, según los datos de Kelisto.es, que ha analizado el coste de la vida en las 50 capitales de provincia.
En este sentido, la capital de Guipúzcoa tiene el precio medio más alto en lo que se refiere al impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, con un coste medio de 86,30 euros, lo que supone un 40% más respecto a los 61,62 euros que se paga de media en el país.
El top de las ciudades con el impuesto más caro
A San Sebastián le siguen Barcelona, Ceuta, Ciudad Real, Granada, Huelva, Palma de Mallorca, Tarragona y Valladolid, con un precio medio de 68,16 euros por el impuesto de circulación, un 10,6% más que el promedio nacional.
En el lado contrario de la balanza, como las ciudades más baratas, se situarían la capital de Gran Canaria con un coste de 34,08 euros para el impuesto de tracción mecánica, lo que supone un 44,7% menos que la media del país.
El análisis realizado por Kelisto.es recopila datos de las 50 capitales más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla para 17 productos y servicios de seis categorías: vivienda (compra y alquiler), impuestos (IBI, impuesto de circulación y tasa de basuras), facturas del hogar (seguro de hogar, de coche, luz y gas), transporte público y privado (precio del billete sencillo de autobús, de los taxis y de la gasolina), compra (cesta de la compra, coste de una barra de pan y de un litro de leche) y ocio (precio de una entrada de cine y de una jarra de cerveza).
La gasolina y el billete de autobús
Así, en lo que se refiere al transporte privado, la ciudad más cara para llenar el depósito de gasolina es Oviedo (86,05 euros, un 7,4% más que la media nacional). A la capital asturiana le siguen Bilbao (83,35 euros, un 6,5% más) y Palma de Mallorca (84,3 euros, un 5,2% más). En cambio, los precios más económicos para los carburantes se pueden encontrar en Melilla (61,9 euros, un 22,8% por debajo de la media) y Santa Cruz de Tenerife (63,75 euros, un 20,5% menos).
En cuanto al transporte público, la ciudad con el billete sencillo de autobús más caro es Barcelona, con 2,4 euros, un 91,6% más respecto a la media nacional, que se sitúa en 1,25 euros. Le siguen Palma de Mallorca, con un coste de 2 euros, un 59,7% más.
En el lado contrario, Lugo tiene el precio más bajo, con 0,64 euros, lo que supone un 48,9% menos que la media. Completan la lista Ceuta y Ourense, con un precio de 0,85 euros en ambas ciudades, un 32,1% menos.
El informe también recoge las tarifas de taxi, un servicio en el que San Sebastián vuelve a marcar el precio más caro de España, donde una carrera en tarifa diurna cuesta 5,40 euros de media, lo que supone un 52,1% por encima de los 3,55 euros de la media en España. A esta le siguen Teruel, con un precio de 5 euros (+40,8% sobre la media) y Lleida, con un coste de 4,78 euros (+34,6%).
En el lado contrario, las ciudades que tienen las tarifas de taxi más baratas son Lugo, con 1,88 euros (-47% sobre la media) y Zaragoza, con 1,90 euros (-46,5%).
