Instagram está repleto de publicaciones ‘vanlife‘, el movimiento de vivir en una furgoneta camper. Imágenes de veinteañeros que han metido toda su vida (smartphone, palo de selfie, ordenador portátil) en una furgoneta transformada. De sus viajes en busca de aventura y nuevas experiencias. Y en la mayoría de los casos, de unos cuantos likes y suscriptores más. Pero un Ford Modelo T 1914 restaurado está aquí para recordarnos que esa forma de vida no es nada nuevo.
Soluciones hoy vigentes
El conductor y el pasajero pueden compartir un sofá de cuero de botones en la parte delantera que puede girarse 180 grados para orientarse hacia las zonas de estar. Mientras que en la parte trasera de la cabina hay cuatro literas y un montón de muebles de madera empotrados. Todos parecen sacados directamente de la casa de la abuela. Y hablando de casas, incluso hay una ranura para el buzón en la puerta para que puedas recibir el correo cuando estés de viaje.
Los baños de este Ford Modelo T consisten en cualquier río cerca del cual estés aparcado. Y puedes olvidarte de las televisiones de pantalla plana, los enchufes USB, los generadores, los hornos microondas y los frigoríficos. De todos los artilugios que encuentras en un moderno motorhome como el Mercedes Adria Supersonic de 140.000 dólares. Pero tienes una estufa de leña que sirve tanto para cocinar como para calentar.
