Instagram está repleto de publicaciones ‘vanlife‘, el movimiento de vivir en una furgoneta camper. Imágenes de veinteañeros que han metido toda su vida (smartphone, palo de selfie, ordenador portátil) en una furgoneta transformada. De sus viajes en busca de aventura y nuevas experiencias. Y en la mayoría de los casos, de unos cuantos likes y suscriptores más. Pero un Ford Modelo T 1914 restaurado está aquí para recordarnos que esa forma de vida no es nada nuevo.
1Ford Modelo T, la primera autocaravana
Los nómadas vivieron en furgonetas tiradas por caballos durante cientos, si no miles, de años, antes de que este Ford Modelo T fuera encargado por la acaudalada familia Bentall en Gran Bretaña. Y, técnicamente, el Touring Landau de Pierce Arrow llegó antes, aunque era más un coche en el que se podía dormir que una verdadera autocaravana. Pero se cree que este Ford Modelo T es la primera autocaravana de tamaño completo con motor de combustión que ha sobrevivido y es el gran abuelo de todas las autocaravanas de la carretera.
Está basada en un chasis largado del Ford Modelo T y equipada con una carrocería fabricada por Dunton de Reading para transformarla en autocaravana. Se vendió en la década de 1920 y esta unidad de Ford estuvo abandonada durante medio siglo antes de ser descubierta y restaurada en la década de 1970 con la ayuda de un ebanista profesional.