La firma del cavallino rampante solo fabricó 349 ejemplares del deportivo Ferrari F50 entre los años 1995 y 1997. Y este que tienes ante tus ojos, y que busca un nuevo hogar, se trata de la unidad 180 de todas las ensambladas de forma artesanal en las instalaciones de Maranello.
De allí salió precisamente en el año 1996 con rumbo al concesionario oficial de Módena, donde fue entregado a su afortunado propietario, todo un entusiasta de los deportivos de Maranello, quien lo ha disfrutado durante mucho tiempo, pues lo tuvo en su poder hasta el año 2015, cuando fue adquirido por otro coleccionista italiano de Ferrari, quien también ha disfrutado de este F50 de lo lindo, pues incluso ha sido visto rodando durante en el Gran Premio de Mónaco de 2017.
Tiene el certificado Ferrari Classiche
Por si fuera poco, el también lo llevó hasta las instalaciones de la firma italiana para conseguir el certificado Ferrari Classiche y posteriormente lo sometió a un completo trabajo de restauración por parte de los expertos de Ferrari en Cadelbosco di Sopra, Italia. Además de devolverle su máximo esplendor tanto por fuera como por dentro, también pusieron a punto sus componentes técnicos y su motor 4.7 V12 atmosférico. Y eso que esta joya apenas tiene 34.400 kilómetros.
Este servicio le salió a su dueño por unos módicos 250.000 euros, sin tener en cuenta que el vehículo estuvo sin poderse conducir durante dos años.
Actualmente el exclusivo concesionario Girardo lo ha puesto a la venta, pero su precio no ha sido revelado. No será nada barato, eso seguro, más si tenemos en cuenta que se trata de uno de los F50 mejor conservados del planeta.
Su exterior en color Rosso Corsa luce inmaculado, como su interior, donde se combina el cuero rojo y negro, además de la fibra de carbono. Esta joya se entrega con sus documentos originales, como no podía ser de otra forma.
