Aquellos que dieron por acabado a Fernando Alonso, hoy comen palabras regurgitadas ante lo que parece ser la segunda juventud del piloto, en función de las expectativas y el estado de forma que esta demostrando.
Como buen profesional de un deporte elitista y muy exigente, especialmente en la formación mental y física, el asturiano delega y pone toda su confianza en manos de entrenadores personales, con los que incluso comparte actividades extras y personales.
Fabrizzio Borra, experimentado fisioterapeuta y Edo Bendinelli, preparador físico, son los «hombres de Fernando».
Edoardo Bendinelli, el cuñado fisioterapeuta
Su vínculo es tan grande con Alonso que casi se puede considerar parte de su familia. Se casó con la hermana de Fernando Alonso, Lorena, que es médica de profesión. El cuñado del piloto asturiano ejerce este año como hombre de confianza y preparador físico.
Casi 20 años de profesión donde el arduo trabajo de Edoardo Bendinelli ha permitido fundamentar el estado físico de Alonso como una de las principales señas de identidad del asturiano a la hora de afrontar estos dispares desafíos.
«Fernando es un piloto entrenado nacido para el automovilismo. No sólo por su talento, sino también por su actividad física. El entrenamiento real se realizó en sus primeros 23 años de vida debido a que los Fórmula 1 de aquella época requerían un nivel medio-alto atléticamente hablando».
Desde entonces, se han realizado trabajos de mantenimiento: » cada año tratamos de preservar los datos biométricos básicos. Podría haber sido un buen futbolista de la Serie B o un gregario en el ciclismo. Pero me gustaría saber cuánto necesita un futbolista profesional para dar una vuelta con un coche deportivo. Creo que Fernando está más cerca de un futbolista profesional que a la inversa», comentó Bendinelli en ‘La Gazzetta Dello Sport‘ sobre la fisonomía del bicampeón del ‘Gran Circo’, en la preparación del Paris-Dakar.
