Por si el combustible no estuviera suficientemente caro, la implantación de las autovías sigue en marcha. Actualmente, no hay un plan definido para instalar de manera inminente el copago por usar estas vías públicas, pero la intención del ejecutivo no ha cambiado un ápice al respecto a esta nueva vía de financiación del Estado.
La guerra en Ucrania, la crisis de las materias primas y el encarecimiento de los carburantes solo ha conseguido “congelar” un proyecto que tarde o temprano se llevará a cabo. Esta medida afectará a toda la población, no solo a los conductores. Tener que pagar por las autovías encarecerá los costes de producción y el precio de los servicios.
“Es pagar por infraestructuras por las que ya hemos pagado todos”
Se trata de un impuesto más a la circulación. Según los últimos informes publicados, un propietario de un automóvil en España paga de media al año 1.148 euros en impuestos anuales directos e indirectos. Pese a estas elevadas cifras, sigue existiendo un déficit en el mantenimiento de la red estatal de carreteras.
La asociación de transporte por mercancías considera que supone «pagar por unas infraestructuras por las que ya hemos pagado todos y eso va a traer una pérdida de competitividad de nuestros productos”. Todo lo que consumimos y necesitamos para vivir, ha necesitado ser transportado, y no solo una vez para su venta final. Durante el proceso de producción, son muchos los viajes que tienen que dar las materias implicadas. Un encarecimiento del transporte repercute en un encarecimiento de la vida.
