La DGT intenta dotar a nuestras carreteras de los medios mas avanzados a fin de procurar unas condiciones de seguridad que consigan paulatinamente reducir los índices de siniestralidad, tónica que por otro lado es la habitual con el paso de los años. Los avances tecnológicos en sistemas incorporados a los coches, y también a la red vial, son los causantes principales de esta situación, ya que demostrado queda que la actitud humana cuesta mucho modificarla.
Dónde se localizaron las pruebas
Los cuatro puntos seleccionados, en los que ya está en funcionamiento este sistema, han sido elegidos por su alta siniestralidad. Dos de ellos, los localizados en las provincias de Madrid y León, pertenecen, además, a secciones de carreteras secundarias identificadas como Tramos de elevada Concentración de Accidentes (TCA).
No solo la peligrosidad ha sido determinante para su elección. También se ha tenido en cuenta, como especifica el subdirector de Gestión de la Movilidad, «aquellos que por su configuración resultaba más eficiente la colocación de estos sistemas».
Las localizaciones son: León (en la N-VI, en el pk 399); Madrid (también en la N-VI, pk 56); Navarra (N-113, pk 78) y A Coruña (N-634,pk 676). En estos cuatro puntos kilométricos se produjeron, entre 2012 y 2014, un total de 48 accidentes con víctimas, 3 muertos y 74 heridos.
En el año 2020, se alcanzaron un total de 32 cruces instrumentados con esta señalización.
