La baja laboral es un recurso que tienen a su disposición los trabajadores cuando presentan algún tipo de enfermedad que le impide hacer su trabajo. El problema reside en que muchas personas piensan que esta baja les afecta sólo en el ámbito del trabajo, pero es una baja oficial que también se tendrá en cuenta a la hora de conducir.
Para poder ponerte al frente de un coche necesitas tener una serie de facultades psicofísicas, como establece la normativa europea, por eso al renovar el carnet, se vuelve a requerir a los conductores que pasen un examen psicotécnico. Si tu baja laboral está motivada por alguna dolencia, que según la DGT, se interpone en tus capacidades al volante.
1Necesitarás un justificante médico para poder conducir
Si tu baja laboral ha sido motivada por alguna dolencia que te impide conducir al 100% de tus capacidades, lo más razonable es que no conduzcas. La baja laboral supone una situación transitoria en la que el trabajador se somete a un tratamiento médico para su recuperación. Esto lleva implícita la obligación del paciente de no realizar actividades que pongan en riesgo su recuperación.
Si se considera que la conducción está contraindicada con tu lesión no podrás conducir, a no ser que el médico te expida un certificado donde especifique que sí estás en plenas condiciones de hacerlo y no va a comprometer tu recuperación. No todas las lesiones te van a imposibilitar conducir, sólo hay que aplicar la lógica para saber qué enfermedades están reñidas con la conducción. Además ten en cuenta que algunos medicamentos que se toman para paliar estas enfermedades son incompatibles con la conducción. Si producen somnolencia, incapacidad para concentrarse, alteraciones visuales… no debes ponerte al volante de un coche, por tu seguridad y por la de todos.
