El precio de los combustibles ha roto la tregua que nos dieron durante el mes de septiembre y vuelven a tensionar el bolsillo de los consumidores. Aprietan también el barómetro de la inflación que se dispara de nuevo camino del 10% mensual. En este caso el bajo consumo es una prioridad al comprar coche.
Bajo consumo, una prioridad
Al fin y al cabo cualquier subida en el precio de los combustibles tiene reflejo directo sobre la bolsa de la compra del resto de los productos.
En este contexto y con la electrificación en ciernes, no son pocos los compradores que analizan al milímetro el consumo de los coches a la venta a la hora de tomar una decisión. Y es que dentro de un mismo segmento encontramos diferencias que pueden superar hasta el litro a los 100 kilómetros, y eso es mucho dinero si lo calculamos para un kilometraje medio de 20.000 o 30.000 kilómetros anuales.
Es por ello que el ranking del bajo consumo es especialmente interesante en estos momentos. En este caso con el precio del gasóleo superando ya los 2 euros por litro y con el de la gasolina acercándose peligrosamente.
Todo ello en un contexto de precios marcado por un gasóleo que ya ha superado a la gasolina. Una tendencia que lejos de ‘aflojar’ durante el invierno podría acentuarse aún más, sobre todo si tenemos en cuenta que la demanda de este combustible se incrementa durante estas fechas, empujado por el aumento en el consumo de las calefacciones y los transportes.
