Rolls-Royce Arcadia Droptail: Un automóvil muy exclusivo

Rolls-Royce Motor Cars define la carrocería del Rolls-Royce Arcadia Droptail como “una exquisita expresión de tranquilidad”, a lo que añade que su nuevo modelo único “es el epítome de la silenciosa irreverencia, que celebra la pureza de las formas y los materiales naturales al mismo tiempo que sirve como una declaración audaz del gusto personal del cliente”. Las descripciones metafísicas continúan durante varios párrafos haciendo alusión a la arquitectura, el diseño, la sensibilidad, el lujo, la pureza y la moderación, pero lo mejor es que intentemos arrojar un poco de luz sobre todo esto y explicar qué es en realidad la nueva creación de la firma británica.

Rolls-Royce Arcadia Droptail: Un encargo a medida

El Rolls-Royce Arcadia Droptail es un enorme descapotable biplaza de techo duro retráctil e inspiración náutica creado por Coachbuild, el departamento de personalización de Rolls-Royce que la propia firma define como el equivalente automovilístico de la alta costura.

No es exactamente un one-off, un one of one o un vehículo único, pero sí es exclusivo, ya que se trata del cuarto y, en principio, último vehículo fabricado con esta carrocería, si bien hay grandes diferencias entre los cuatro Droptails que Rolls-Royce ha fabricado.

Este encargo toma su nombre no de la provincia griega sino del reino mitológico de Arcadia, un lugar representado en la mitología griega como “el cielo en la Tierra”, una tierra de extraordinaria belleza natural y perfecta armonía que la firma británica interpreta como un auténtico refugio para escapar del estrés diario.

Así, la tranquilidad es el tema dominante en esta creación única, cuyo encargo comienza con un boceto a mano presentado al cliente en un lejano 2019. La carrocería está acabada en un color principal blanco metalizado y nacarado con partículas de aluminio y vidrio que contrasta con un segundo color plata Bespoke.

Otra particularidad de este cuarto y último Rolls-Royce Droptail es que se trata del único en el que la fibra de carbono utilizada para construir las secciones inferiores ha sido pintada en el sólido color plateado Bespoke en lugar de dejarse total o parcialmente expuesta.

Además, haciendo un guiño al brillante acabado de espejo de los Rolls-Royce históricos, que fascinan particularmente al cliente, el marco exterior de la parrilla, diversos detalles de la carrocería y las llantas de aleación de 22 pulgadas han sido completamente pulidas a espejo.

El interior del Rolls-Royce Arcadia Droptail

Si en el exterior del Rolls-Royce Arcadia Droptail la forma es la protagonista, en el interior se ha buscado reflejar la estética individual del cliente, a juego con sus residencias y espacios comerciales presentes en todo el mundo. Así, la paleta de colores y el tratamiento de materiales del vehículo fueron “concebidos para ser una declaración verdaderamente personal y reconocible al instante como una firma personal del cliente que encargó el vehículo”.

Esto se traduce en el uso intensivo de una madera de palisandro Santos Straight Grain “rica textura e intriga visual, que se deriva de su patrón de grano entrelazado único”, una madera que, según comentan los responsables de la firma británica, resulta extremadamente difícil de trabajar por su baja flexibilidad.

La madera se emplea con profusión, como puede verse en las fotos que ilustran esta información, incluyendo la sección aerodinámicamente funcional de la plataforma trasera, donde la veta del enchapado de poros abiertos se coloca en un ángulo de 55°. Todo ello requirió que los artesanos de Rolls-Royce utilizaran 233 piezas de madera en todo el vehículo, 76 de las cuales se aplicaron sólo en la plataforma trasera.

El fabricante tuvo también en cuenta que el Rolls-Royce Arcadia Droptail se utilizará en diversos países, incluidos algunos con climas tropicales, por lo que se prestó especial atención al desarrollo de un sistema de protección y un proceso de prueba para las superficies exteriores de madera. Inicialmente se consideraron los revestimientos utilizados en los superyates, pero la idea tuvo que ser rechazada, dado que aquellos requieren un mantenimiento y una nueva aplicación regulares. En su lugar, se desarrolló un método de lacado exclusivo que requiere una sola aplicación durante toda la vida útil del automóvil.

Para validar este recubrimiento, los especialistas de Rolls-Royce idearon un protocolo de prueba único en el que las piezas de chapa de madera se sometían a un ciclo de castigo dentro de una máquina especializada que simulaba condiciones climáticas extremas globales. Esto implicó rociar piezas de madera de muestra con agua de forma intermitente, dejarlas secar en la oscuridad, exponerlas al calor y a la luz brillante y repetir los ciclos a lo largo de 1.000 horas empleando 18 muestras diferentes hasta que los especialistas de la marca quedaron satisfechos con la resistencia lograda. En total, las secciones de madera y el revestimiento protector requirieron más de 8.000 horas de desarrollo.

Además de madera, también hay piel, acabada en dos tonalidades exclusivas que llevan el nombre del cliente y están reservadas exclusivamente para su uso. El color principal del cuero es un tono de blanco que armoniza con el color exterior, mientras que el cuero de contraste es un color arena desarrollado para maridar con el de la madera seleccionada.

Y para terminar, vamos a fijarnos en el reloj incorporado al salpicadero; un instrumento concebido y desarrollado por diseñadores y artesanos de Rolls-Royce Coachbuild, que emplearon más de dos años en su desarrollo y cinco meses, lo que convierte a este reloj en el más complejo jamás creado por la firma británica.

En resumen y para evitar que esto se eternice, simplemente diremos que el Rolls-Royce Arcadia Droptail mide 5,30 metros de longitud y va propulsado por un motor 6.8 V12 de 600 CV desarrollado por BMW. El vehículo ha requerido una inversión de tiempo sin precedentes (más de cuatro años en total) y una relación excepcionalmente estrecha entre el cliente y la marca. Sobre el precio, ni está ni se le espera, pero podemos dar por seguro que es uno de los más elevados pagados jamás por un automóvil de nueva construcción.