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El Porsche Cayenne I está de moda… y con una preparación off-road, aún más

Es un hecho. La primera generación del Porsche Cayenne está de moda. Y lo mejor es que 20 años después de su lanzamiento muchas unidades viven una segunda juventud convenientemente preparadas para la aventura.

No hay que olvidar que, independientemente de su discreta apariencia SUV, tanto la primera generación del Porsche Cayenne (E1) como su equivalente Volkswagen Touareg (7L) eran auténticos todoterrenos, con tracción total permanente, bloqueo del diferencial central, suspensiones de largo recorrido con robustos brazos de aluminio fundido y reductora de serie en todas sus versiones.

Opcionalmente, los muelles neumáticos de altura variable de las suspensiones, el diferencial trasero bloqueable e incluso los neumáticos AT completaban el surtido de componentes que podían pedirse a fábrica para que el Porsche Cayenne I (o el Volkswagen Touareg I) se convirtieran en auténticas bestias fuera del asfalto.

La segunda generación de ambos modelos se dulcificó, pasando la reductora a ser opcional. Y en la tercera entrega ni siquiera está disponible, si bien solamente con las suspensiones neumáticas y el par entregado por cualquiera de las mecánicas actuales del Porsche Cayenne se pueden llevar a cabo importantes gestas en terrenos complicados. 

El auge de los Porsche Cayenne I “fase II”

Hecha esta introducción, no nos extraña que en los últimos tiempos estemos viviendo un resurgir de esa primera generación de los Porsche Cayenne y, en menor medida, del Volkswagen Touareg, y muy especialmente de las unidades de la “fase II”, que estuvieron a la venta entre 2008 y 2010.

Y es que en el caso del Porsche Cayenne I, el restyling de mitad de ciclo trajo no solamente una atractiva actualización estética, sino importantes mejoras mecánicas, incluida la versión GTS, que montaba la variante atmosférica más potente desarrollada por aquel entonces sobre el bloque V8 de 4,8 litros, el cual ofrecía 405 CV y 500 Nm.

Originalmente, el Porsche Cayenne GTS era un puente entre el Cayenne S y el Turbo, con un chasis afinado para circular por asfalto pero sin renunciar a los recursos todoterreno con los que contaban todos los modelos de esta primera generación del 4×4 alemán.

Contaba además con un escape específico que ofrecía un sonido incomparable a través de sus cuatro colas, así como un kit aerodinámico propio, con un prominente alerón trasero.

Un Porsche Cayenne GTS preparado para la aventura

Un rápido repaso a la web norteamericana Bring a Trailer nos permite encontrar no uno sino dos de estos Porsche Cayenne de primera generación preparados para la aventura y dispuestos a encontrar nuevo dueño.

El primero de ellos es un Porsche Cayenne GTS de 2009 ataviado con una llamativa decoración retro de Martini racing sobre la pintura Crystal Silver Metallic original. Pero lo verdaderamente llamativo es su preparación off-road.

De entrada, nos fijamos en las llantas de rally OZ de 18 pulgadas que montan neumáticos todoterreno Toyo Open Country A/T en medida 265/65. Enseguida vemos también una rueda de repuesto idéntica a las demás, montada en una baca repleta de implementos para el rescate del vehículo.

La suspensión de serie ha sido también reemplazada, al igual que los parachoques, sustituidos por estructuras tubulares delante y un atractivo elemento perforado atrás que mejoran los ángulos de ataque y salida. No faltan las luces auxiliares, así como una plancha protectora delantera tipo patín.

En el interior apenas hay modificaciones. La tapicería de cuero original presenta un buen aspecto a pesar de los años, y el odómetro registra 121.000 millas, equivalentes a unos 195.000 kilómetros.

Otro Porsche Cayenne I preparado para la aventura

La segunda unidad del Porsche Cayenne I que encontramos en Bring a Trailer es un Porsche Cayenne S de 2008 que cuenta con un kit de elevación Eurowise de 3 pulgadas (7,62 cm) con amortiguadores Bilstein, además de un parachoques tubular, llantas OZ/Sparco Terra de 18 pulgadas y neumáticos Falken Wildpeak A/T3W en medida 275/65, lo que supone unas 32 pulgadas (81 cm) de diámetro.

Hay otras interesantes modificaciones como un soporte reforzado para la rueda de repuesto en la zona trasera o un portaequipajes ubicado en el techo. No hay que olvidar que el portón de apertura vertical impide el montaje de la rueda de repuesto directamente sobre él.

Su interior está tapizado en piel Sand Beige, no presenta importantes modificaciones y, curiosamente, su odómetro registra igualmente 121.000 millas (unos 195.000 km).

Eso sí, en el caso de este segundo Porsche Cayenne, nos tendremos que conformar con el motor V8 atmosférico “normal” del Porsche Cayenne S I fase II, que rendía 385 CV y desarrollaba igualmente 500 Nm.