El precio de la gasolina ha alcanzado en 2024 su nivel más alto desde que se inició la crisis de Ucrania en 2022, cuando el litro superó los dos euros.
A pesar de la caída del precio del petróleo en los mercados internacionales, el coste de los carburantes no ha dejado de subir en España, donde el litro de gasolina roza los 1,6 euros y el de diésel los 1,5 euros. ¿A qué se debe esta disparidad entre el precio del crudo y el de los combustibles? Los expertos apuntan a varios factores que explican esta situación.
1La guerra de Ucrania
El principal detonante del encarecimiento de la gasolina fue la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, que provocó una escalada de tensión geopolítica y un aumento de la demanda de petróleo por parte de los países europeos, que temían un corte del suministro por parte de Rusia, el principal proveedor de gas natural del continente.
El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, llegó a superar los 100 dólares en junio de 2022, lo que se tradujo en un incremento del precio de los carburantes en las gasolineras españolas, que alcanzaron su máximo histórico ese mismo mes, con 2,141 euros el litro de gasolina y 2,1 euros el litro de diésel.
Para mitigar el impacto de esta subida en los bolsillos de los consumidores, el Gobierno aprobó una bonificación de 20 céntimos por litro de carburante, que estuvo vigente desde el 1 de julio de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2022. Esta medida supuso una reducción de la recaudación fiscal por parte del Estado, que dejó de ingresar unos 2.000 millones de euros, según estimaciones del Ministerio de Hacienda.
