No es una serie limitada, sino un acabado que se ofrece desde ahora incluso en el DS 3 Cabrio -sólo el DS 4 Crossback queda fuera de la familia Performance Line-, y que estará presente en la oferta de todos los DS -seis más de aquí a 2020- que vayan llegando. Se sitúa por encima de los niveles de equipamiento Design y Desire, y por debajo del Sport, como alternativa de filosofía más dinámica frente a la terminación Style. Dinamismo que no implica modificaciones en el chasis, pero que se aprecia en la elección de los motores, pues los DS Performance Line van unidos a mecánicas de alto rendimiento. Y eso da lugar a una oferta extensa.
Por ejemplo, el DS 3 se ofrece con los 1.2 PureTech de gasolina de 110 y 130 CV -sólo el primero en el caso del DS 3 Cabrio-, y con los diésel 1.6 BlueHDi de 100 y 120 CV -sólo el primero también si elegimos la variante descapotable-; mientras que la gama Performance Line del DS 4 incluye, en gasolina, el PureTech 130 y el 1.6 THP de 165 CV, y en diésel, el 1.6 BlueHDi de 120 CV y los 2.0 BlueHDi de 150 y 180 CV. En cuanto al DS 5, cuatro propulsores para escoger: en gasolina, 1.6 THP en versiones de 165 y 210 CV -el primero con caja automática EAT6 y el segundo con cambio manual-, y en diésel, el 2.0 BlueHDi con potencias de 150 y 180 CV -manual el primero y EAT6 el segundo-.
Deportivos y personalizables
Entre semejante variedad elegimos el DS 5 THP 210 para una corta prueba por carretera de montaña que nos sirvió para recordar algunas de sus virtudes -motor brioso y de bonito sonido, buen paso por curva ayudado por su generoso calzado, asientos con sujeción, interior equipado y de calidad…-, pero también algunos de los puntos mejorables, como un tacto de dirección -de monovolumen- o un bajísimo perfil de neumático que transmite fielmente los defectos del asfalto.
Los DS Performance Line se personalizan por fuera con su carrocería bitono de techo negro -en el DS 5 no es así realmente, pero se logra un efecto similar con el techo 'cockpit' de serie-, las llantas negras -de 17 pulgadas en el DS 3, de 18 en el DS 4 y de 19 en el DS 5-, tres emblemas -Performance Line- con sus colores rojo, blanco y oro, y varios 'stickers' con la banda tricolor. Y dentro, pedales de aluminio, alfombrillas específicas, asientos con respaldo firmado y nuevas opciones, como el salpicadero en Nappa negra del DS 4.
