Sin duda, poseer un vehículo conlleva enfrentarse a numerosos dilemas mecánicos. Por ello, el más traumático es responder a la pregunta: ¿Cuándo tengo que cambiar de coche? Si el tuyo ya tiene unos cuantos años y acaba de sufrir una avería importante, la cuestión es inevitable para el usuario: ¿Lo arreglo, o cambio de ejemplar?
A continuación, en el artículo te daremos algunas señales de que no merece la pena reparar tu coche.
8Amortiguadores
Este componente es clave en la conducción y la seguridad del vehículo. Está considerado como uno de los tres componentes más importantes del «triángulo de la seguridad«, junto con los neumáticos y frenos. Se aconseja a los conductores hacer revisiones periódicas cada 20.000 kilómetros, así evitar próximos inconvenientes aún peores. Mencionemos que los efectos del desgaste, la humedad y las variantes del clima pueden afectar en su correcto funcionamiento.