Un coche clonado mediante la replicación no es estrictamente científica y mucho menos biológica. Clonar una cosa, un producto, una especie, es repetir desde su estructura la identidad y funcionalidad completa de lo clonado. A efectos de inmediatez, la famosa oveja Dolly, anduvo por los escenarios mediáticos mucho tiempo, debido a este proceso biocientifico, que ciertamente no es aplicable a los coches. Pero si se utiliza el termino clonado, cuando con habilidad maquiavélica y maldad manifiesta, la documentación de un coche se utiliza para revalidar otro igual para su venta y circulación.
El serio problema de comprar un clonado
Este método, casi indetectable, precisamente por que intervienen funcionarios implicados en el ocultamiento de la falsedad documental, esta poniéndose de moda por su rentabilidad, sobre todo en coches de alta gama. Pero también por el detrimento de maneras mas tradicionales, como el simple cambio de placas de matricula, que aun que se siguen utilizando, si es cierto que son muy detectables e imprecisos.
El grave problema de adquirir un coche clonado, va mas allá de las simples reclamaciones que como viejo titular del coche clonado puedas sufrir. La participación en una investigación por fraude o estafa reside en que la compra de vehículos robados, al margen de desconocer su procedencia, supone un delito por la aceptación. Es decir quedas implicado en la trama, independientemente de si eres conocedor de ella o no. No se pueden comprar objetos robados, esta penado y serías victima de estafa al tiempo que cooperador necesario para la estafa.
