Quien tiene un coche sabe lo mucho que se acaba invirtiendo en él, ya sea en mantenimiento, reparaciones o mejoras. Sin embargo, el dueño de este Lamborghini Diablo SE de 2001 puede presumir (o más bien lamentarse) de haber invertido nada menos que 40.000 dólares en los últimos 3 años y medio simplemente en mantenimiento y revisiones de su clásico deportivo italiano.