La barrera de los 70 años hace tiempo que separaba la madurez de la tercera edad. Pero los tiempos han cambiado y esa cifra todavía indica que uno está lleno de vida, de actividad y de vigor. Los 70 pueden estar muy bien llevados. Y si no, la muestra, en el mundo del automóvil puede estar aquí, en el Alfa Romeo 2000 Sportiva.
Diseñado y construido en versiones coupé y spider en 1954 por Bertone, el Alfa Romeo 2000 Sportiva se ha convertido una auténtica leyenda entre los coleccionistas de automóviles. Con solo cuatro unidades fabricadas, este modelo único se ha convertido en un objeto de deseo para los aficionados al motor. La finalidad para la que fue creado era extender el legado deportivo del Alfa Romeo 1900 a nuevas categorías como GT y Sport, marcando un hito en la historia automovilística.
Para conocer la historia de este 2000 Sportiva hay que remontarse a 1950 cuando Alfa Romeo vivió una revolución con la introducción del Alfa Romeo 1900, su primer automóvil producido en serie en la planta de Portello, situada a las afueras de Milán. Este vehículo no solo representó un cambio de paradigma en la producción, sino que también reconfiguró la forma de trabajar y organizarse en la industria automovilística. El 1900 se convirtió en un ícono al ser conocido como el “Automóvil familiar que gana carreras”, enfatizando su mezcla de confort y rendimiento deportivo.
El Alfa Romeo 2000 Sportiva nació de la mano de Bertone
Pero la firma italiana aspiraba a conquistar categorías más prestigiosas, como la Sport y la GT, y para ello decidieron buscar colaboraciones con los mejores diseñadores de carrocerías de Italia. Alfa Romeo buscaba automóviles ganadores basados en el chasis y elementos técnicos del 1900, y así fue como Bertone, bajo la dirección del talentoso Franco Scaglione, tomó la iniciativa al presentar en 1954 el Alfa Romeo 2000 Sportiva.
En este modelo, sin duda, la aerodinámica se erige como uno de los pilares fundamentales del diseño del 2000 Sportiva. A diferencia de otros modelos de su época, este automóvil fue diseñado pensando en la velocidad y el rendimiento. Eso se nota en sus líneas maestras de diseño, en las que vemos cómo el frontal del vehículo se distingue por su forma afilada, coronada por un scudetto oval que simboliza la herencia de la marca.
El alargado capó destaca por una nervadura central que desciende hasta la parrilla, ofreciendo un aspecto agresivo y elegante al mismo tiempo. Y la integración de los faros, cubiertos de plexiglás, le da un estilo visual muy cuidado, además de ampliar los pasos de rueda, que aportan un aire deportivo al automóvil.
En la parte delantera, cuenta con dos tomas de aire ovaladas que aseguran la ventilación adecuada para los frenos de tambor delanteros, un detalle técnico que subraya la búsqueda del rendimiento. La parte trasera del vehículo también ha sido meticulosamente diseñada para optimizar la aerodinámica, con una luneta trasera que se adapta a la perfección a las proporciones del coche, y un paragolpes que consolida su forma dinámica.
Dos litros de cilindrada y 136 caballos de potencia
Pese a que solo se ensamblaron cuatro unidades de este impresionante vehículo, su legado perdura en el ADN de Alfa Romeo. Elementos de diseño del 2000 Sportiva se han reflejado en modelos posteriores, como el Alfa Romeo Giulia Sprint y el icónico Alfa Romeo 33 Stradale, ambos también bajo la influencia creativa de Scaglione.
El Alfa Romeo 2000 Sportiva no solo se destaca por su impresionante diseño, sino también por las características técnicas que lo hacen destacar en la carretera. Tomando como base el motor twin cam del Alfa Romeo 1900, se realizaron importantes modificaciones. Se mantuvo la configuración de doble árbol de levas pero se rediseñaron los cilindros para incrementar la cilindrada hasta los 2 litros.
Asi, este potente motor, combinado con un sistema de alimentación mediante dos carburadores, permitía que el 2000 Sportiva alcanzara una potencia máxima de 136 CV a 6.500 revoluciones por minuto. Con esta potencia, el vehículo era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h, convirtiéndolo en un competidor formidable en su época.
Y uno de los modelos que han forjado la historia de la marca italiana, repleta de grandes hazañas deportivas.
