La gama norteamericana de Mazda se diferencia notablemente de la europea tanto en carrocerías como en motores. Allí, por ejemplo, no existen el Mazda2 ni el Mazda6, y tampoco se venden los Mazda CX-60 ni MX-30. Sin embargo, en EE. UU. podemos encontrar interesantes modelos como el CX-50, el CX-90 y el recién presentado Mazda CX-70; un automóvil que tiene argumentos para resultar atractivo en Europa pero que, desgraciadamente, no llegará a nuestro mercado de forma oficial.
El Mazda CX-70 es, en realidad, un Mazda CX-90 con dos filas de asientos. Mazda ha hecho un tremendo trabajo de márketing haciéndonos creer que se trataba de un modelo completamente nuevo, pero las diferencias con el existente CX-90 son mínimas. Ahora bien, como el CX-90 no se comercializa en Europa, para nosotros parece mucho más novedoso.
Mazda XC-70: Un SUV de cinco plazas y 5,10 metros de longitud
Así, a pesar de que todas las quinielas situaban el Mazda CX-70 a caballo entre el europeo CX-60 y el CX-90, la realidad es que mide exactamente lo mismo que el buque insignia de la casa japonesa: 5,10 metros de longitud, que viene a ser lo que miden un Audi Q7, un Range Rover de batalla normal, un Tesla Model X, un Lamborghini Urus, un Mercedes EQS o un BMW XM.
Eran muchas las voces que venían pidiendo en aquel mercado un reemplazo del formidable Mazda CX-7 (modelo que también estuvo a la venta en España), y finalmente el vehículo desarrollado por la firma de Hiroshima ha sido un SUV un poco más grande de lo esperado. Pero el hecho de tratarse de un calco del CX-90 no implica que el nuevo Mazda CX-70 no presente algunas interesantes novedades.
De entrada, Mazda ha rediseñado los parachoques para dar al vehículo un aspecto más dinámico y deportivo y diferenciarlo, en la medida de lo posible, del CX-90. En el interior se ganado volumen de carga, ya que no sólo desaparece la tercera fila de asientos sino que, debajo, encontramos amplios huecos donde se pueden guardar objetos.
Los motores del Mazda CX-90
Bajo el capó podremos encontrar tres diferentes sistemas de propulsión, todos ellos basados en una arquitectura de motores longitudinales, con cajas de cambio de ocho velocidades y tracción total. En este sentido, su arquitectura es similar a la de nuestro CX-60, con un planteamiento más propio de “coche grande” que el de, por ejemplo, el CX-5, el cual recurre a una arquitectura transversal.
La disposición longitudinal permite montar un motor de seis cilindros en línea, de 3,3 litros, sobrealimentado con turbocompresor y dotado de hibridación ligera. Este nuevo propulsor es similar al ofrecido en los CX-60 europeos, pero en EE. UU. entrega 284 CV, que son 30 CV más de lo que podemos encontrar en nuestras unidades motrices.
La segunda opción es el mismo 3.3 turbo de carrera larga pero en versión high output o alto rendimiento. En este caso, la potencia máxima alcanza los 345 CV, una cifra ya interesante para un bloque de 3,3 litros que sitúa la potencia específica en 105 CV por litro de cilindrada.
Finalmente, la alternativa más limpia viene de la mano de un sistema de propulsión híbrido enchufable basado en el motor 2.5 turbo de cuatro cilindros complementado por un motor eléctrico de 175 CV. Esta opción es similar a la ofrecida en Europa, y desarrolla 327 CV. Aunque no tenemos datos de la batería, entendemos que debería ser, al menos, del tamaño de la del CX-60 PHEV, el cual ofrece 17,8 kWh de capacidad bruta, que es un buen valor.
Otro aspecto interesante del nuevo Mazda CX-70 es que se ofrecerá en una versión básica con tracción únicamente al eje trasero para poder comercializarse a un precio inferior al del CX-90, si bien habrá que esperar aún para conocer sus especificaciones y su nivel de equipamiento definitivos, ya que aunque Mazda ha revelado los primeros datos y fotos de su nuevo modelo, lo cierto es que no comenzará a llegar al mercado hasta bien entrada la segunda mitad del año.
El Mazda CX-70, en el mercado español
Lo más curioso del Mazda CX-70 es que se trata de un modelo que encajaría perfectamente como vehículo de nicho en el mercado español, donde, como hemos visto, los SUVs de su tamaño son todos modelos de gama alta con precios que en ningún caso bajan de los casi 75.000 euros que cuesta el Audi Q7 más asequible.
Teniendo en cuenta que su arquitectura y sus motores son similares a los del CX-60, y que no sería difícil implementar la opción diésel, disponible en el CX-60, no parece que haya ningún problema para que el Mazda CX-70 se pudiera comercializar en España a un precio no muy superior al de aquel, cuyo rango de precios se mueve entre 48.800 y 59.500 euros.
En cualquier caso, Mazda no tiene planes de comercializar ni el Mazda CX-70 ni el CX-90 en nuestro mercado, del mismo modo que no estaba previsto vender el CX-9 y fue un auténtico éxito cuando, en 2015, un par de contingentes destinados a otros mercados llegaron de forma imprevista a los concesionarios españoles y los clientes se los quitaron de las manos a los vendedores. Pero esa es otra historia que merece ser contada en otra ocasión.
