Parece un Mercedes Clase G pero, evidentemente, no lo es. Es checo, es eléctrico y tiene una interesante historia que contar. En Motor 16 hemos hablado ya del Invicta Spartan, hemos comentado nuestras primeras impresiones tras una primera toma de contacto y próximamente te ofreceremos una prueba con nuestras sensaciones.
Pero ¿por qué comenzamos hablando del Spartan? Porque la empresa que lo fabrica (o, más bien, la empresa que lo “transforma”) se llama MW Motors, es checa y, aparte del Spartan, fabrica (o transforma) otros vehículos eléctricos, como el Luka EV (que recuerda a modelos como el Volkswagen Karmann Ghia o el Tatra JK 2500) o nuestro protagonista de hoy: el Spartan EV 2.0.
Como ocurre con la mayoría de las creaciones eléctricas de MW Motors, el Spartan EV 2.0 no es un desarrollo propio hecho sobre un folio en blanco, sino la adaptación de un vehículo existente, que en este caso no es el ruso UAZ Hunter (conocido también como UAZ 315195 o UAZ 469), sino el indio Force Gurkha 4×4, al cual se le reemplaza el motor de combustión por un sistema de propulsión totalmente eléctrico.
El Mercedes Clase G indio con motor chino transformado en Chequia
Así, el punto de partida del nuevo Spartan EV 2.0 es un modelo indio “inspirado” en el Mercedes Clase G. El Force Gurkha es un todoterreno fabricado por la empresa Bajaj Tempo Motors (conocida también como Force Motors) que ha colaborado históricamente con Mercedes, montando algunos de sus motores descatalogados y comercializando vehículos basados en los modelos alemanes.
No se trata de una adaptación oficial del Mercedes Clase G, pero Mercedes mira hacia otro lado porque Bajaj Tempo es un buen cliente que le ayuda a rentabilizar su tecnología ya amortizada. De hecho, en Force Motors no se cortan ni un pelo, y en su web podemos leer que describen el Gurkha como “Un atractivo atemporal extraído del legendario Mercedes Clase G”.
A diferencia del actual Mercedes Clase G, que se comercializa únicamente en versiones de batalla larga y carrocería de dos volúmenes y cinco puertas, el modelo indio se ofrece únicamente con dos puertas y una carrocería con techo rígido trasero desmontable.
Este falso Mercedes Clase G es, por tanto, la base del Spartan EV 2.0; un modelo muy compacto, con una carrocería de 4,12 metros y un interior de aspecto industrial, con un diseño sencillo, plásticos aparentemente duros y un equipamiento básico en el que, eso sí, no faltan el equipo de aire acondicionado o los elevalunas eléctricos, dos elementos de los que el Spartan basado en el UAZ Hunter no puede presumir.
Pero lo más interesante es que, tras pasar por las manos de MW Motors, el motor diésel Mercedes de 2,6 litros del Gurkha original cede su sitio a un motor eléctrico de 177 CV, alimentado por un paquete de baterías de 61 kWh brutos (57,4 kWh utilizables) de origen chino, que le permite disponer de una autonomía de algo más de 240 km con una sola carga.
A diferencia de lo que ocurre en el Spartan, la batería de este falso Mercedes Clase G está montada debajo del capó y no bajo los asientos traseros, por lo que no ocupa espacio interior, y puede cargarse con una potencia de hasta 90 kW, lo que permite pasar del 20 % al 80 % en 36 minutos. Además, admite carga bidireccional V2L, por lo que la batería del vehículo puede alimentar herramientas y dispositivos electrónicos a través de un enchufe convencional de 230 V.
Este falso Mercedes Clase G eléctrico se vende en Europa
Gracias a que se “fabrica en Chequia”, el MWM Spartan EV 2.0 está ya disponible en algunos mercados europeos, como el de Reino Unido, donde su precio parte de las 49,995 libras, equivalentes a algo más de 58.500 euros. Allí está homologado como vehículo comercial, lo que no impide que este falso Mercedes Clase G conserve las capacidades todoterreno del Force Gurkha original, que cuenta con tracción total, reductora, bloqueos de los diferenciales delantero y trasero, así como unas interesantes cotas todoterreno.
Lo cierto es que, sin haberlo probado, nos parece una propuesta interesante, ya que no hay apenas verdaderos todoterrenos eléctricos en el mercado, si bien sí podemos encontrar modelos híbridos enchufables con etiqueta Cero.
Su tamaño, además, hace que sea un vehículo muy manejable, y puede cargarse en una toma de corriente doméstica trifásica a una potencia de hasta 9,6 kW. Ahora bien, no tiene mucha autonomía y no es barato, pero seguro que encontraría un interesante hueco en el mercado si se llegara a comercializar en nuestro país.
