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Pulido de faros: tres trucos caseros que no fallan

¿No te habías fijado nunca en la calidad que van perdiendo los faros del coche con el tiempo? Este es un elemento al que casi no se le presta atención, pero resulta capital. Cuando estos empiezan a arrojar una luz opaca o difuminada, ¡preocúpate mucho!

Si tu coche presenta unos faros deteriorados, sucios, amarillentos o con manchas turbias, es conveniente que lleves a cabo una labor de pulido, reparación o limpieza, porque no solo se trata de una cuestión estética, ¡también de seguridad! Todos sabemos que, por la noche, las luces que emiten los faros son fundamentales para una correcta y segura conducción… y si los tienes sucios, amarillentos y opacos, alumbrarán de forma ineficiente.

También puedes pulirlos con un kit de reparación

Debes seguir estos pasos para hacerlo bien:

  • Empapela el faro: hazlo a conciencia para evitar que la lija pueda llegar a dañar la pintura del coche. Es decir, debes tapar con cinta de carrocero y papel todos los bordes que rodean el faro.
  • Lija el faro: pulveriza agua en el faro y empieza a lijar con una lija de grano 800. Si ves que el faro se seca, vuelve a rociar agua, de modo que así facilites el lijado. El objetivo es quitar, de este modo, todas las imperfecciones.
  • Aplica barniz en el faro: limpia bien el faro y revisa que la cinta del carrocero y el papel están intactos. Limpiar el faro con un desengrasante te puede ayudar mucho a que el barniz agarre mejor. Te recomendamos el desengrasante Speedclean, el mejor del mercado. Ya solo queda barnizar, un paso necesario para que la reparación de los faros dure mucho más tiempo.
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