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Pulido de faros: tres trucos caseros que no fallan

¿No te habías fijado nunca en la calidad que van perdiendo los faros del coche con el tiempo? Este es un elemento al que casi no se le presta atención, pero resulta capital. Cuando estos empiezan a arrojar una luz opaca o difuminada, ¡preocúpate mucho!

Si tu coche presenta unos faros deteriorados, sucios, amarillentos o con manchas turbias, es conveniente que lleves a cabo una labor de pulido, reparación o limpieza, porque no solo se trata de una cuestión estética, ¡también de seguridad! Todos sabemos que, por la noche, las luces que emiten los faros son fundamentales para una correcta y segura conducción… y si los tienes sucios, amarillentos y opacos, alumbrarán de forma ineficiente.

Pulir los faros del coche ayudándote de bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es un compuesto muy útil para limpiar y pulir los faros del coche de forma casera… sin tener que recurrir a ayuda profesional. Lo mejor de todo es que solo tienes que crear una pasta pulidora a base de WD40 (aceite lubricante) y bicarbonato de sodio.

Sigue estos pasos: procura limpiar bien los faros del coche con agua y jabón, aplica la pasta por toda la superficie mediante un paño y, finalmente, pule el faro haciendo pequeños círculos durante 10 minutos. Sí, damos fe de que es un trabajo laborioso, pero te aseguramos que el resultado merece mucho la pena.

Alumbrado y señalización, fundamentales