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Porsche 911. Capítulo VIII

Uno de los focos de mayor interés en el Salón de Los Angeles ha sido el estreno mundial de la octava generación del Porsche 911. Dicen los expertos que los diseñadores no lo tienen fácil a la hora de evolucionar un modelo icónico, como es caso, porque hay que ofrecer algo nuevo sin perder nunca el indiscutible ADN que le ha llevado hasta aquí como referencia deportiva.

Atemporal, como siempre, su diseño es más músculoso, con unos pasos de rueda sobredimensionados que dan 'cobijo' a unas llantas de 20 pulgadas delante y de 21 detrás. En el frontal la carrocería es 45 milímetros más ancha que en el modelo anterior y el capó cuenta con un rebaje que recuerda mucho a las primeras generaciones del 911. Los tiradores de las puertas son eléctricos y quedan enrasados en la carrocería, mientras que en la zaga destaca un spoiler ajustable, más ancho, y la llamativa tira de luces. La trasera tiene ahora la misma cota de anchura en todas las versiones y el exterior al completo está hecho de aluminio.

También el interior está totalmente renovado. Inspirado en el 911 de la década de los setenta, el cuadro de mandos presenta la característica esfera central con el cuentarrevoluciones, escoltado por dos pantallas sin marco. En la parte central del salpicadero destaca una nueva pantalla táctil de 10,9 pulgadas que presenta una manejo de la información más intuitivo. También da un paso al frente en materia de conectividad con nuevas funciones y servicios.

Más potencia, menos consumo

Las mejoras también llegan al apartado mecánico. El motor bóxer turboalimentado de seis cilindros del Carrera S y del Carrera 4S incrementa la potencia hasta los 450 caballos, es decir, 30 CV más que antes. Gestionados por una transmisión de doble embrague de ocho relaciones, se han mejorado considerablemente las prestaciones, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos para la variante con propulsión trasera, una décima más que la versión dotada de tracción total. Estos tiempos son 0,4 segundos más rápidos que los modelos a los que sustituyen. Y todavía se pueden mejorara en 0,2 segundos si cuentan con el paquete Sport Chrono. En ambos casos es complicado explicar una ecuación tan atractiva como combinar los 308 km/h de velocidad máxima (306 en el Carrera 4S) con unos consumos medios homologados 8,9 y 9,0 litros, respectivamente. En este sentido se ha optimizado la eficiencia gracias una mejora en el sistema de inyección, un nuevo diseño de los turbocompresores y un sistema de refrigeración más eficaz.

Visión nocturna

La seguridad se incrementa con la llegada de nuevos asistentes de conducción, como el modo Porsche Wet que forma parte de la dotación de serie y es capaz de detectar la presencia de agua sobre el asfalto, adaptando de inmediato la electrónica del vehículo para ese escenario. También sin sobreprecio se ofrece un sistema de aviso y asistencia de frenado, que detecta el riesgo de colisión con objetos que nos rodean en movimiento. Ya en la carta de opciones se puede disfrutar por primera vez en un 911 de un asistente de visión nocturna que funciona por medio de una cámara térmica. La dotación se completa con un control de velocidad de crucero adaptativo con función de atascos y una innovadora función autónoma de asistente de emergencia.

La conectividad da un paso al frente con las nuevas aplicaciones digitales. El Porsche Road Trip asesora al conductor a la hora de planificar rutas, con recomendaciones de hoteles, restaurantes, vistas panorámicas… El Porsche 360+ está orientado a disfrutar de experiencias más exclusivas incluso fuera del vehículo, mientras que el Porsche Impact nos permite calcular el nivel de emisiones y compensar la huella de CO2 mediante contribuciones económicas en energía eólica, solar o hídrica.

El precio del 911 Carrera S es de 138.105 euros, mientras que el 911 Carrera 4S cuesta 147.065 euros. Ya se pueden realizar pedidos de ambas versiones.