La leyenda de los rallys Walter Röhrl tiene el privilegio de poder conducir este impresionante Porsche 356 Roadster, un ejemplar realmente especial, un ejemplar que era el sueño de Viktor Grahser, un mecánico de aviación y uno de los fundadores del Club Porsche de Australia, que al regresar de las antípodas se trajo consigo tres Porsche 356 verdaderamente singulares.
Sin embargo, este 356 es el más especial de todos ellos, y Grahser a su regreso a Alemania lo mantuvo dentro de un contenedor hasta su inesperada muerte. No tuvo ocasión de acabar el proyecto, porque este 356 es una pieza realmente única.
Utiliza el motor del primer Porsche 911 Turbo
Y es que Grahser modificó a conciencia un Porsche 356 B Roadster de 1959 hasta el punto de prescindir de su propulsor original, que dejó paso a un corazón 3.0 Bóxer Turbo con 260 CV de potencia, proveniente de un Porsche 911 Turbo de la generación 930 y del año 1977.
Este mecánico sabía que el proyecto no estaba completo, porque le faltaba una completa restauración y unos cuantos toques para poder brillar como debía. Pero tras su muerte, Rafael Diez, un apasionado restaurador afincado en Alemania y dueño de Diez Classic se hizo con los tres ejemplares de 356 y comenzó a trabajar en este 3000 RR.
Es cierto que ya estaba equipado con unas aletas ensanchadas, un nuevo capó para el motor con tomas extra, un splitter delantero inusual en un 356… Si bien, Rafael colocó el volante en el lado izquierdo, restauró cada panel de su carrocería, reforzó su chasis, pintó el exterior y revistió su interior con cuero de color rojo.
El propio Diez pidió al mismísimo Walter Röhrl que condujera este Porsche 356 3000 RR, quien no estaba muy convencido de que aquello fuera a funcionar. Sin embargo, Röhrl quedó prendado de esta joya que finalmente ha pasado a ser una pieza en su colección privada. Tanto es así que su personalizada cubierta del motor es aún más especial, porque al lado del emblema 3000 RR lucen los cuatro títulos de Röhrl en Montecarlo.
