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Motoristas y fumadores: En este detalle os vais a parecer en un futuro próximo

Los motoristas representan una categoría única de viajeros: valientes, ágiles y, lamentablemente, vulnerables. La Dirección General de Tráfico (DGT) de España ha reconocido esta vulnerabilidad al catalogar a los motoristas como usuarios de la vía en situación de riesgo. Sin embargo, la conciencia de su presencia, o más bien la falta de ella, sigue siendo un desafío persistente en las carreteras de todo el mundo.

Desde las calles de España hasta los recodos del Reino Unido, la preocupación por la seguridad de los motoristas sigue siendo una prioridad. Pero, en medio de esta preocupación, surge un rayo de esperanza: una iniciativa social innovadora liderada por organizaciones benéficas y asociaciones moteras que está marcando la diferencia de manera tangible.

En el Reino Unido, la alianza entre la organización benéfica DocBike y la asociación motera Dorset Road Safe ha dado lugar a una serie de señales de tráfico únicas, diseñadas por los propios motoristas y destinadas a aumentar la conciencia y la seguridad en las carreteras.

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Faros en la oscuridad y en el cerebro humano

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Las intersecciones, esas encrucijadas donde las posibilidades de tragedia se multiplican, son especialmente peligrosas para los motoristas. Cada señal colocada estratégicamente en estas áreas críticas es una llamada de atención, un grito de advertencia que insta a la precaución y a la consideración mutua.

La colaboración entre la organización benéfica DocBike y Dorset Road Safe en el Reino Unido ha dado vida a estas señales únicas, diseñadas con el aporte de más de 2,400 motoristas. Con mensajes como «¡Piensa en las motos!» o la directa pregunta «¿Te han visto?», estas señales actúan como faros en la oscuridad, iluminando la conciencia de aquellos que comparten la carretera con los motoristas.

DocBike y Dorset Road Safe han identificado un problema fundamental: el cerebro humano no está cableado para detectar objetos pequeños que se aproximan a gran velocidad. Esta limitación cognitiva coloca a los motoristas en una posición de riesgo cuando otros vehículos giran o adelantan inesperadamente en las intersecciones. Es esta falta de percepción lo que contribuye, en gran medida, a los accidentes.