Hace solo unos días que se daban a conocer las nuevas propuestas del especialista nipón Wald International para el nuevo Mercedes-Benz Clase G. Pero hoy este preparador nos sorprende con una creación ideada para la anterior generación del legendario todoterreno alemán.
En concreto para este Black Bison, nombre que Wald International emplea para sus proyectos más exclusivos y particulares, ha creado un sinfín de nuevos componentes estéticos, los cuales se instalan directamente sobre los propios soportes originales, adecuados para los Clase G que estuvieron a la venta entre 2013 y 2018.
Es diez centímetros más ancho
Sin duda alguna sorprenden los nuevos pasos de rueda, que son capaces de ensanchar su carrocería en 10 centímetros (50 milímetros por cada lado), la parrilla con el nuevo diseño Panamericana que utilizan los AMG de hoy día, el paragolpes frontal con nuevas tomas de refrigeración, iluminación diurna LED, un paragolpes trasero revisado…
Para mejorar la visibilidad Wald International ha instalado una barra LED en el techo, además de que para estos Clase G se ha creado un alerón posterior y un capó con nuevas tomas de refrigeración que permiten respirar mejor al motor sobrealimentado de esta criatura de Affalterbach.
Mecánicamente no hay sorpresas, pero Wald International te propone nuevos sistemas de escapes deportivos con salidas por los laterales. Y claro está una completa mejora para las suspensiones de este todoterreno, que elevan considerablemente su altura libre al suelo y le aportan un aspecto semejante al de los desaparecidos Mercedes-Benz G500 4×4, pero claro está, sin equipar sus ejes pórtico heredados de los Unimog. Ahora bien, gracias a esa altura extra, esta criatura de Wald International puede contar con estas imponentes llantas de 24 pulgadas que son fabricadas directamente por ellos para este modelo. Además se calzan con neumáticos off-road firmados por Toyo en medida 37×13,50 R24.
