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La etiqueta ECO de la DGT y sus grandes ‘injusticias’

La electrificación nos está cambiando la vida y nos arrastra hacia un escenario complicado para muchos conductores. Los coches eléctricos son caros y no todo el mundo tiene posibilidad de instalar un punto de carga en casa. Nos queda la opción de comprar un vehículo con etiqueta ECO, una alternativa más accesible por precio y uso. Sin embargo, la etiqueta ECO no goza de una reputación demasiado ‘honrada’ en algunos casos. Veamos la razón.

Coches C menos contaminantes que los ECO

Y la cosa se complica si tomamos como referencia a pequeños utilitarios, como el Mitsubishi Space Star con 71 CV, el Kia Picanto con 67 CV o el Toyota Aygo X con 72 CV (en el mercado hay muchos más). Estos tres modelos no contemplan electrificación alguna y, pese a sus modestos bloques de gasolina, se les condena a portar la etiqueta medioambiental C.

Toyota Aygo X con etiqueta C

Como es normal no gozan de los beneficios del sello ECO. El problema es que estos tres coches son muchos menos contaminantes que los tres Premium de referencia, como indican sus respectivas homologaciones. El Toyota Aygo X solo emite 109 gramos de CO2 cada 100 kilómetros, es decir, infinitamente menos que los tres exclusivos modelos alemanes.

Y a pesar de eso se les obliga a estacionar en un aparcamiento público si entran en una zona ZBE y las restricciones en periodos de alta contaminación son más agresivas. Este vacío legal llevó a la DGT a plantearse una nueva normativa, pero de momento la vida sigue igual. Y esto trae consigo llamativas injusticias en las que los fabricantes no son los culpables; simplemente se aprovechan de un vacío legal que no ocurre en otros países. Parece que urge un cambio…