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Conducimos el Skoda Scala. De primera

Con la asignatura de los SUV aprobada con nota con Kodiaq y Karoq, y a la espera de llegar al sobresaliente con el futuro Kamiq, en Skoda tenían pendiente dar la batalla en el segmento de los compactos. Este es uno de los principales del mercado no solo por volumen de ventas sino también por la cantidad de rivales de nivel que hay en él; y en este segmento la marca checa hasta ahora había luchado «con una mano atada a la espalda».

Porque el Spaceback era un modelo correcto y voluntarioso; pero no estaba al nivel de exigencia, ni por gama, ni por tecnología, ni por imagen, con lo que ofrecen el resto de marcas generalistas. Porque no nos engañemos, para plantar cara a Ford Focus, Seat León, Renault Mégane, Hyundai i30, Kia Ceed, Peugeot 308, Opel Astra, Mazda3 o Volkswagen Golf hay que estar muy preparado. Sin embargo, parecía que en Skoda pasaban de esa batalla… Hasta ahora.

Porque en la marca checa, que cuenta con toda la tecnología disponible en el Grupo Volkswagen y la mezcla con un punto de racionalidad y practicismo propio, tienen armas suficientes para crear un modelo al nivel de esos rivales que hemos comentado. Ese coche es el Scala, que acaba de presentarse a la prensa internacional en Split (Croacia). Un modelo con el que dice «aquí estoy yo» y abre las hostilidades a todos los niveles.

Sobresaliente aprovechamiento del espacio

Aprovecha la plataforma MQB A0, la misma que utilizan Seat Ibiza, Audi A1 o Volkswagen Polo; pero la estira hasta su nivel máximo para disponer de un espacio interior sobresaliente, con una batalla de 2,64 metros, lo mismo que sus primos el Seat León o el Volkswagen Golf. Y lo completa con una de esas características tan de Skoda, un maletero con capacidad récord en el segmento gracias a sus 467 litros (380 en el León y el Golf), que pueden llegar hasta 1.410 en caso de abatir los respaldos de los asientos traseros.

Eso, el aprovechamiento del espacio, es una de las claves de la marca checa. Pero en este caso añade otros elementos a lo mejor no tan habituales en la historia de la marca… aunque eso está cambiando. Hablamos de diseño, donde la marca ha realizado un esfuerzo que se traduce en coches tan llamativos como el Kodiaq o Karoq; por no hablar de algunos de sus últimos concept. Pues bien, este Scala supone una evolución importante en este aspecto. Estrena el nuevo lenguaje de diseño de la marca con llamativas novedades como el abandono del logo en la parte trasera, -sustituido por las letras Skoda en el portón trasero. O la luneta trasera ampliada que se ofrece en el paquete Emotion y la da una imagen muy eleborda.

Y si hablamos del interior, rezuma funcionalidad, un estilo muy racional y unos acabados y materiales de calidad. En el salpicadero tiene gran protagonismo la pantalla táctil flotante, que puede ser de hasta 9,2 pulgadas de tamaño. Y el cuadro de instrumentos puede incorporar en el acabado Sport el Virtual Cockpit de 10,25 pulgadas, el más grande del segmento. Es uno de esos modelos en los que uno se siente inmediatamente «como en casa», pues todo está colocado en el lugar donde debe estar. Añadimos unos asientos que resultan firmes y cómodos en todas las plazas y una amplitud interior muy destacable, incluyendo una cota de altura para la cabeza en las plazas traseras en la que con 1,80 de altura no rozas en el techo, y la comodidad para los viajeros está garantizada. Y a la altura de los rivales con los que se va a enfrentar.

Avanzados sistemas de asistencia

Además, gracias al uso de la plataforma del Grupo Volkswagen, puede completar esa racionalidad en su diseño con lo más avanzado en asistentes para la conducción y de seguridad. De serie, el Scala viene con elementos como la cámara trasera, el Lane Assist o el Front Assist con frenada de emergencia en ciudad y protección predictiva de peatones. Y pueden completarse con dispositivos como el Side Assist, que muestra si se aproxima un vehículo desde atrás que quiere adelantar o si está en el punto ciego desde una distancia de hasta 70 metros; el Control de Crucero Adaptativo (ACC), que funciona hasta los 210 km/h o el Park Assist. En cuanto a las luces, son de serie los faros LED delante y detrás y en opción dispone de full LED. Y estrena los intermitentes traseros dinámicos.

Seguimos con la tecnología y descubrimos que en el apartado del infoentretenimiento hay interesantes novedades. Hemos visto que dispone de pantallas táctiles de entre 6,5 y 9,2 pulgadas. Pero lo más importante es que es el primer Skoda que cuenta con una tarjeta eSIM integrada que le permite estar siempre conectado. Por ello es también el primer Skoda con acceso a los servicios online de Skoda Connect a través de los sistemas de infoentretenimiento y las nuevas Apps de Infoentretenimiento. Por supuesto, permite conectar tu smartphone a través de Apple CarPlay, Android Auto o Mirror Link.

Con tanto hablar de tecnologías de comunicación, asistentes, etc, parece que nos hemos olvidado de comentar cómo es el nuevo compacto de Skoda desde el punto de vista del rendimiento y el comportamiento dinámico. El Scala está pensado para estar a la altura de los mejores en comportamiento dinámico. Su chasis puede configurarse en busca de más deportividad con un control de chasis deportivo que rebaja 15 milímetros la altura y dispone de un modo Sport que torna más firme la suspensión para dotar al Scala de un carácter más dinámico. La configuración del chasis se elige mediante el Selector de Modo de Conducción, que dispone de cuatro modos: Normal, Eco, Sport e Individual que actúan sobre la dureza de la dirección y sobre la respuesta del motor.

Por ahora, entre 115 y 150 caballos

Y para rematar el repaso a sus características, su gama de motores ofrece propulsores que combinan rendimiento y eficiencia en una gama que dispondrá de tres motores de gasolina, uno diésel y una variante movida por GNC -con lo que podrá disponer de la etiqueta ECO de la DGT para los modelos menos contaminantes. En gasolina, el motor tricilíndrico 1.0 TSI ofrece una versión de entrada con 95 caballos y una variante de 115 caballos. Y por encima, el 1.5 TSI de 150 caballos. En diésel, el 1.6 TDI desarrolla 115 caballos. Y por último, la versión de GNC ofrecerá, a final de año cuando llegue al mercado, 90 caballos. El cambio podrá ser manual con cinco marchas en el 1.0 TSI de 95 CV y de seis marchas en el resto. Y también ofrecerá la transmisión automática DSG de doble embrague y siete velocidades.

El repaso de sus características nos demuestra que Skoda ha puesto toda la carne en el asador. Y falta solo confirmar si sobre el terreno esa apuesta se traduce en un comportamiento a la altura de sus rivales.

Nuestro primer compañero de viaje es el 1.0 TSI 115 con cambio manual; el modelo que se convertirá en la versión más vendida en la gama del Scala. Un motor que brilla por su equilibrio general y que pese a su carácter tricilíndrico nos sigue maravillando por la suavidad de su funcionamiento. Con un buen rendimiento, casa muy bien con las características. El cambio es preciso y agradable de accionar; la dirección ofrece un gran tacto y en cuanto al apartado de suspensiones, el coche muestra una gran comodidad; más enfocado hacia el confort, pero sin que balancee en exceso incluso en una zona de montaña con unas «paellas» tomadas a buen ritmo. Bien los frenos, la sensación que nos llevamos de esta versión es que es capaz de satisfacer a una gran mayoría de los conductores que ponen la vista en el segmento compacto en la búsqueda de su próximo coche.

Siguiente etapa con el 1.6 TDI; una versión que hace solo un par de años hubiera sido la estrella de la gama, pero que en estos tiempos que corren, se presenta sin hacer ruido. Al volante lo primero que nos llama la atención es su sonido; más evidente en el interior que en otros modelos del Grupo VW que disponen de este motor -quizás la insonorización no está tan afinada, aunque en el gasolina no nos ha llamado la atención-. Pero más allá de eso, el diésel es un motor perfecto para los que recorren muchos kilómetros, gracias a un destacable agrado de conducción y una economía de uso que ahora mismo no iguala ningún gasolina.

Y dejamos para el final la versión más dinámica, el 1.5 TSI de 150 caballos; una versión en la que tienen puestas muchas esperanzas. Nuestra unidad dispone de cambio DSG con levas en el volante; una comibinación ideal para los más deportivos. No es una versión racing pero sí con un carácter más marcado. Las suspensiones aquí tiran más hacia garantizar el dinamismo por encima del confort, aunque no es incómodo en absoluto. El cambio es rápido y suave; la dirección más firme y precisa y los frenos, a la altura. Con él, Skoda podrá también plantar cara con las versiones más picantes de sus rivales -«geteís» aparte-.

El primer veredicto es muy positivo. Skoda se ha lanzado al grupo de coches donde el nivel es más parejo y no solo sale indemne sino que lo hace con muy buena nota. A falta de una prueba más intensiva y de una comparación más en detalle, la marca checa parece en disposición de entrar en las quinielas de los que buscan un compacto de calidad con los últimos avances, un alto nivel de calidad y un aprovechamiento del espacio interior donde no tiene rival.

Para completar su apuesta, están unos precios que parten de los 13.990 euros para el 1.0 TSI de 115 caballos en acabado Active -la versión de 95 caballos llega más adelante- incluyendo descuento promocional y financiación. Un precio que también lo prepara para la dura batalla a la que se enfrenta.