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Seat Ibiza 1.5 TSi EVO FR. Caballos adiestrados

Que la versión 1.5 TSI Evo se dirige a un público especial, y no a la generalidad de los potenciales clientes del Ibiza, parece demostrarse con el dato de potencia, pues sus 150 caballos son los mismos que rendía, allá por 1996, el primer Ibiza Cupra, dotado de un 2.0 16V que le convirtió en uno de los 'cocos' de la categoría GTI. Pero hay una diferencia: mientras que aquel Ibiza Cupra era una opción de carácter radical, nuestro protagonista es una alternativa más racional, y nos atreveríamos a recomendar su compra incluso a usuarios que ignoran conceptos como la deportividad. Porque el nuevo Ibiza 1.5 TSI Evo aporta un extra de agrado y seguridad que no apareja inconvenientes. O inconvenientes mínimos, para ser exactos. Uno puede ser el precio, pues este motor sólo se asocia al acabado FR y hablamos de 20.120 euros -algo menos a pie de concesionario-; aunque sólo son 1.090 euros más que el 1.0 TSI de 115 CV -tricilíndrico- en versión FR. Y otro puede ser el consumo, pero de los 4,7 l/100 km que homologa el citado 1.0 TSI se pasa a los 4,9 del 1.5 TSI; es decir, sólo dos décimas de litro más a cambio de disfrutar de un motor con un cilindro extra y un 50 por ciento más de cubicaje, 35 caballos más, 25,5 mkg de par en vez de 20,4… Y que nadie piense que ese gasto tan ajustado se logra con desarrollos más largos, pues si la sexta del 1.0 TSI es de 47,0 km/h por cada 1.000 rpm, la del 1.5 TSI es de 45,9 km/h. O sea, más corta, lo que deja entrever cierto enfoque deportivo que después se observa en la carretera. Porque sin llegar al dinamismo de un Volkswagen Polo GTI -ver página 22-, dotado de un 2.0 TSI con 200 'jacos', el Ibiza 1.5 TSI Evo da mucho juego cuando el conductor le exige de veras.

Una de las claves de su mecánica -estrenada en su día por el Volkswagen Golf y empleada ya por varias marcas del consorcio alemán- radica en el sistema ACT de desconexión de cilindros, que en situaciones de baja demanda de potencia apaga automáticamente dos de sus cuatro cilindros para ahorrar gasolina. Lo hace de forma discreta, sin que apreciemos tirones ni cambios de sonido, y permite homologar esos 4,9 litros de media o unos bajísimos 112 g/km de CO2.

Además, en la práctica el gasto de carburante también es moderado: 6,9 l/100 km en nuestro recorrido mixto. Lo malo es que con un depósito de sólo 40 litros la autonomía en viajes no es grande.

Conviene recordar, por cierto, que el Ibiza 1.5 TSI Evo sólo está disponible ahora con la caja manual de seis marchas, aunque parece probable que más adelante se beneficie del cambio automático DSG7 de doble embrague, y que tan bien le sienta a este propulsor, como ya hemos tenido ocasión de verificar en el Golf o, más recientemente, en el Skoda Karoq. No obstante, el rendimiento con la transmisión manual es magnífico, pues la palanca tiene buen tacto y las prestaciones son más que notables. Lo demuestran esos 8 segundos exactos medidos al acelerar hasta 100 km/h -anuncia 7,9-, o un reprís que asegura adelantamientos fugaces, pues pasa de 80 a 120 km/h en cuarta en 7 segundos, y en 8,8 usando quinta.

Nos gustaría que la firma barcelonesa, para aquilatar el precio, ofreciera también un nivel de acabado más económico al margen del FR; pero justo será reconocer que para un propulsor tan solvente lo que más cuadra es, precisamente, el nivel FR. Y no ya por estética -llantas Dynamic, paragolpes FR, retrovisores en negro piano y molduras interiores en ese color, volante especial…-, sino por la personalidad aguerrida del chasis, pues las virtudes inmanentes a la plataforma MQB A0 -rigidez, ligereza o aplomo de coche grande- se redondean con una suspensión más firme y baja que ayuda a optimizar el comportamiento. Nuestra unidad montaba los neumáticos 215/40 R18 opcionales -350 euros-, que restan algo de confort con mal firme, pero estamos seguros de que los 215/45 R17 de serie son suficientes. Sea como fuere, el Ibiza tiene un paso por curva eficaz, preciso y con el balanceo justo, goza de una dirección cómoda y de buen tacto, y frena bien -51,3 metros para parar desde 120 km/h-, de manera que disfrutaremos de la conducción sea cual sea el escenario y el ritmo. Y sentados en unas butacas cómodas y que sujetan bien en curva.

Pero si en vez de buscar los límites preferimos una utilización más sosegada, este 1.5 TSI Evo cumple igual de bien: respuesta a cualquier régimen, baja sonoridad… Y en esa vertiente 'turística' agradeceremos la amplitud del nuevo Ibiza -es más ancho que el anterior y en la segunda fila hay bastante hueco para las piernas-, su generoso maletero de 355 litros o una loable impresión de calidad general, por más que los materiales no transmitan el refinamiento que sí tiene el Polo. Un Polo, por cierto, que no ofrece el 1.5 TSI Evo en nuestro país…

LA CLAVE

Podría decirse que todo convence en el Ibiza: su mayor amplitud y maletero, la seguridad, el modo de pisar la carretera… Y entre los buenos motores que tiene la gama brilla el 1.5 TSI Evo, que no aparecía en el configurador de Seat al redactar estas líneas pero que seguirá disponible -lógico- tras algunos mínimos cambios de cara a la norma WLTP.