¿Tienes un descapotable? Si es así sabrás que en los descapotables básicamente nos es posible encontrar dos tipo de capota, las duras retráctiles, que pueden estar compuestas por metal o composite, o las blandas, que suelen ser de tela o vinilo. Las ventajas de las blandas son su sencillez, bajo peso, mayor rapidez en su accionamiento y, para muchos, su mayor belleza frente a una capota dura… aunque para gustos, los colores.
Entre sus desventajas, eso sí, está su delicadeza… y aquí ya no hay debate. Requiere ciertos cuidados si queremos mantenerlas como el primer día. En la práctica, son muy pocos los usuarios que les dedican un cuidado especial y, por ello, no es nada extraño ver coches en circulación con la capota en mal estado por suciedad. Pero también por culpa del moho, de la pérdida de elasticidad o de la decoloración.
Los mejores consejos para mantener la capota ideal
A continuación conocerás algunos consejos imprescindibles y definitivos para tu capota. Ante todo:
- Evita lavar el coche en un túnel de rodillos porque, con el tiempo, la presión que generan puede dañar el varillaje de su estructura y además puede que entre agua en el habitáculo.
- Mejor si no se utilizan máquinas de agua a presión. Si no queda más remedio, tienes que aumentar la distancia y no acercarte ni aplicar directamente el chorro sobre las juntas.
- Tras el lavado, procura no plegarla. Hazlo una vez que se seque por completo.
- Nunca descapotes el coche con temperaturas cercanas a 0ºC o por debajo. Se perderá parte de la elasticidad por lo que puede llegar a agrietarse, sobre todo si cuenta con luna de plástico.
- Acciona cada cierto tiempo la capota, también en invierno, siempre y cuando las temperaturas no sean muy bajas.
- Al igual que haces con la carrocería, elimina lo más pronto posible las manchas de excrementos de pájaros, de mosquitos y de resina de los árboles.
