Europa está en plena lucha contra los vehículos que ha catalogado como muy contaminantes e impone a sus países miembros unos planes anticontaminación rigurosos. Las trabas a la producción de coches diésel y gasolina que comenzarán en 2035 son más que una clara declaración de intenciones. También lo son las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que hasta ahora solo colonizaban las ciudades más importantes de los países miembros, pero que en los próximos meses tendrán que irse reproduciendo por todas las ciudades.
Bajo la campaña Clean Cities (Ciudades limpias) se han ido ampliando el número de ciudades europeas que cuentan con una Zona de Bajas Emisiones. Entre 2019 y 2022 el número de ZBE se ha incrementado en un 40%, pasando de 228 a 320. Y este incremento es solo el inicio pues se pretende que en 2025 haya más de quinientas Zonas de Bajas Emisiones activas en Europa
ZBE en Europa
Las instituciones quieren que muchas de las ZBE que hay por Europa se amplíen y mejoren. Las principales capitales europeas cuentan con estas áreas restringidas y serán objeto de medidas cada vez más restrictivas. Es el caso de Londres, París, Bruselas y Berlín. Italia y Alemania son los países más avanzados en la materia y que más ZBE tienen activas.
El futuro de estas áreas está marcado por las Zonas de Cero Emisiones (ZCE), que prohibirán el uso de cualquier vehículo con combustión interna, es decir con motores diésel o de gasolina. Ya existen dos zonas donde impera este ambicioso objetivo. Se encuentran en Oxford y en otras zonas del centro de Londres.
