Lo más habitual en caso de pinchar una rueda es acudir al servicio de asistencia técnica de nuestro seguro para que la sustituya o traslade nuestro coche al taller, donde realizarán el cambio. Pero en caso de no disponer de este tipo de cobertura, es muy posible que en algún momento tengamos que hacer frente a este contratiempo nosotros mismos cambiando la rueda de nuestro automóvil.
5 pasos para cambiar una rueda
Los expertos de Cleverea han resumido en cinco los pasos que hay que dar en caso de que nos tengamos que enfrentar al cambio de la rueda del coche. Si sustituimos la rueda por la de emergencia, debemos tener en cuenta que tiene restricciones de velocidad a 80 km/h en la mayoría de los casos y un kilometraje menor. Por eso, lo mejor es acudir lo antes posible a un taller.
- Parar en un lugar seguro y señalizar correctamente. Cuando se produce un pinchazo o un reventón, la primera recomendación es circular el menor tiempo posible con la rueda en esas condiciones. Pero, tan importante como esto, es escoger un lugar seguro para parar que no ponga en riesgo nuestra integridad ni la del resto de usuarios de la carretera y señalizarlo adecuadamente. Aunque los clásicos triángulos de señalización pueden seguir usándose hasta 2026, se recomienda contar con la luz de emergencia V16. Por supuesto, no hay que olvidar el chaleco reflectante, así como las luces de emergencia, especialmente si es de noche.
- Tener herramientas preparadas. Además de la rueda de repuesto, debemos llevar en el coche un gato, una llave tuercas y, si es necesario para ese modelo de automóvil en concreto, un adaptador de tuercas de seguridad.
- Retirar el tapacubos y colocar el gato. Todos los vehículos tienen puntos de anclaje para colocar el gato, cuya posición se puede consultar en el manual. Antes de elevar el coche conviene aflojar un poco los tornillos de la rueda.
- Levantar el coche. Una vez elevado, terminamos de quitar las tuercas y la rueda.
- Colocar la rueda de repuesto. El último paso consiste en girar las tuercas lo suficiente para que se mantengan en su sitio mientras bajamos el coche. Una vez el neumático esté en contacto con el suelo, apretamos los tornillos con ayuda de la llave.
