Doble título en 2023, tercero consecutivo para Max Verstappen. Primer doblete de sus dos pilotos en la clasificación de pilotos en la historia del equipo. Récord de victorias en una temporada, de puntos… Christian Horner vivía en el cénit de su carrera desde que llegó a Red Bull en 2005. Recibió en diciembre el título de Comandante del Imperio Británico. Cumple 20 años al frente del equipo, el más veterano de entre sus colegas en la Fórmula1.
En su mayor momento de gloria, el peligro de la caída. Normalmente, el responsable de una escuadra suele dejar su puesto al ser cesado por falta de resultados, por ser fichado por otro rival y, en ocasiones, por su retirada, como fue el caso de Franz Tost (AlphaTauri) recientemente. Sin embargo, Christian Horner podría ser el primero que dejara su puesto por un conflicto interno en su compañía con un empleado.
Horner afronta un procedimiento abierto por el fabricante de bebidas para dirimir las acusaciones de un miembro del equipo. Los últimos rumores aludían a que se investiga un comportamiento coercitivo hacia una empleada en el desempeño de sus funciones. Sin embargo, para una acusación semejante y la dilatación temporal, el asunto está tomando cuerpo como un asunto de gran escala.
Red Bull no aplaca el asunto
El pasado viernes Christian Horner se reunía con sus abogados y los de Red Bull en Londres durante casi toda la jornada. En principio se esperaba una resolución del procedimiento. Sin embargo, este parece que se extenderá durante semanas, según algunas fuentes. De ser así, la gravedad de la situación de Horner adquiere mayores cotas.
Desde que saltó la noticia a través de un medio holandés, Red Bull ha dado una gran importancia a un caso que tardará en cerrarse. “Extremadamente seria”, en palabras de la marca, es la atención que le están dedicando a una historia realmente sorprendente.
Red Bull no ha rebajado la expectación levantada desde que se hizo público el asunto. Algunas fuentes británicas citan anónimamente a algún jefe de equipo al tanto del asunto que insinúa que Christian Horner tendrá difícil su continuidad. Que el proceso se alargue también podría insinuar que el británico está dispuesto a defender su posición con uñas y dientes.
¿Ha cometido tan grave error personal Christian Horner como para perder su puesto con semejante trayectoria al frente de Red Bull? ¿O ese error estaría siendo aprovechado como arma arrojadiza bajo el nuevo esquema de poder en el seno del fabricante de bebidas tras el fallecimiento de Dietrich Mateschitz?
La imagen de Christian Horner, vapuleada
En el primer caso, encajaría mal un desliz personal en un individuo inteligente y capaz, como su trayectoria ha demostrado desde que creó su propio equipo en Formula 3000 como forma de seguir pilotando, retirarse del volante y elevar a su equipo (Arden) a la cima de la categoría, y ser luego elegido por Dietrich Mateschitz con solo 31 años para dirigir el equipo de Fórmula.
Su hoja de servicios desde 2005 no ha podido ser más brillante. Desde la creación de la estructura técnica y humana del equipo adquirido a Jaguar, a la incorporación de Newey incluida, pasando por el impecable funcionamiento dentro y fuera de la pista que ha llenado de trofeos las vitrinas de Milton Keynes en solo veinte años.
Tema aparte de que se tratara de un asunto acoso sexual o comportamiento apropiado en este terreno. De tratarse de una relación laboral inapropiada -sin carácter sexual, como se rumorea- con un subordinado, resulta difícil imaginar que tal problema convierta en irrelevantes los méritos acumulados por Christian Horner con Red Bull. Tema aparte de que se tratara de un asunto acoso sexual o comportamiento apropiado en este terreno.
De momento, su imagen está quedando achicharrada aunque finalmente mantuviera su posición en el equipo. Si Christian Horner siguiera, ¿Por qué tan dilatado procedimiento para luego ser exonerado?
El papel de los Verstappen
En el ‘affaire Horner’ algunos indicios también apuntan hacia un contexto más amplio que el de un mero asunto laboral interno. Para empezar, que el tema se hiciera público y no a instancias de el fabricante de bebidas, a quien no interesaría tal protagonismo público con una de sus principales figuras. Porque, curiosamente, la noticia saltó en Holanda con un medio cercano a la familia Verstappen.
¿Por qué tendrían interés el piloto o su padre en poner en la picota a su jefe de equipo? Desde el fallecimiento de Dietrich Mateschitz existe una nueva jerarquía en la cúpula del fabricante de bebidas y, posiblemente, una lucha de poder interna que ya dejaba sus rastros en 2023.
Sorprendía la pasada temporada el protagonismo alcanzado por Helmut Marko con sus declaraciones públicas sobre determinados aspectos del equipo, caminando por libre y, en ocasiones, en oposición a Horner. Como si pretendiera desafiar a este. El equipo parecía dividido por una bicefalia que no seguía un guion común.
Marko debía renovar su contrato con Red Bull, que en ocasiones parecía en el aire ¿Quiso Horner eliminar una figura siempre presente en el equipo, pero sin formar parte de su estructura? Marko y Mateschitz eran uña y carne. Con la desaparición del segundo, quizás Christian Horner quiso desplazar al austríaco del equipo.
Que Max Verstappen declarara públicamente alrededor del pasado Gran Premio de Estados Unidos que su futuro en el equipo se vinculaba a la continuidad de Helmut Marko dejaba entrever la posibilidad de tal conflicto entre Horner y Marko. El austríaco tenía contrato hasta finales de 2024. Ha sido renovado.
¿Pugna interna por el control?
Red Bull cuenta con una nueva cúpula, liderada por Oliver Mintzlaff y un nuevo equipo directivo, lejos del anterior del esquema de gestión directa y personal de Dietrich Mateschitz. Los herederos de los principales accionistas, Max Matechistz y Charlem Yoovhidya, también hacen valer sus criterios.
El peso específico de Christian Horner en el equipo podría estar cuestionado, o se está pasando factura por conflictos internos de poder. La polémica en la que está inmerso, una batalla más en la guerra interna por el control del equipo de Formula 1.
Porque conviene recordar que Red Bull también es ahora un fabricante de motores, con todo lo que implica en su dimensión no solo deportiva y técnica, sino también empresarial. Quizás, el rechazo de Christian Horner a la llegada de Porsche también le podría estar pasando factura.
Una pugna palaciega de poder y control sobre el equipo podría estar removiendo los cimientos de Red Bull. Según las últimas noticias, la resolución del asunto sobrepasaría la presentación y la pretemporada de Formula 1. Aunque los vaivenes de rumores e informaciones dejan abierta la puerta a cualquier noticia, en cualquier momento. Porque es posible tras las acusaciones e investigación a Christian Horner exista algo más que la relación de un jefe con su empleada.
