Cualquier accidente puede motivar un juicio, siempre que no exista acuerdo entre las partes involucradas, y alguna de ellas lo promueva. Dicho juicio podrá ser de muchos tipos, de carácter penal, por falta o delito, de ámbito civil, incluso de otros ámbitos jurisdiccionales.

Pero antes de llegar al juicio existen alternativas para alcanzar un acuerdo, tanto las personas involucradas directamente en el accidente como a través de sus seguros. 

Un acuerdo antes de llegar a juicio evita, además, muchos gastos (abogados, procuradores… ) y también resuelve el problema en mucho menos tiempo, pues en muchos casos, la Admistración de Justicia se encuentra desbordada de casos que tarda en resolver debido a la acumulación de los mismos y la falta de medios.