La historia de la recogida en fábrica comenzó fuera, en un campo desde donde se veía la Nave 1. El 26 de mayo de 1950, Ottomar Domnick recibió un Porsche 356 de color plata, convirtiéndose en el primer cliente. Antes de la ceremonia de entrega del vehículo, Domnick se subió en el asiento del pasajero de su joya junto al piloto Herbert Linge para realizar la prueba final del vehículo. «Cuando Ottomar Domnick vino a por su Porsche 356 se mostraba entusiasmado, aunque ya había estado yendo cada día para ver cómo íbamos con el trabajo», ha recordado el piloto.
La recogida en fábrica en la sede de Porsche todavía sigue siendo una experiencia muy especial. «Lo más emocionante de este primer encuentro es que el cliente nunca ha visto antes su coche. El cliente ha configurado el vehículo de su elección en el Centro Porsche o junto con los expertos de Porsche Exclusive Manufaktur, y solo ha visto las combinaciones de colores en fotos o muestras», ha explicado el responsable de Personalización de Operaciones de Ventas y Recogida en Fábrica, Tobias Donnevert.
La planta de Zuffenhausen recibe a unos 20 clientes diarios que van a recoger sus vehículos. Antes de la entrega, se les invita a visitar la fábrica y a ver, por ejemplo, como se crea el Porsche 911, en caso de que la recogida se haga en la sede central. Por su parte, en las instalaciones de Leipzig los clientes pueden ver la producción de los Macan y Panamera, además de probar un modelo en la pista homologada por la FIA con la que cuenta la planta.
