Probamos el Nissan Navara 2016. Duro como la seda

Basta subirse al anterior Navara, el que aún está en los concesionarios de Nissan para darse cuenta de que el nuevo Navara parece de otro mundo; de otra dimensión. Y no es que el actual Navara esté mal; es simplemente que el nuevo está mucho mejor. Lo hemos podido comprobar en Mallorca, donde se está celebrando la presentación internacional del pick up fabricado en España. Allí, junto al nuevo NP300 Navara nos hemos puesto al volante del anterior. Y por eso hemos podido apreciar el salto tremendo de uno a otro.

Un salto que los responsables de Nissan lo definen con dos caracteristicas que han querido insuflar a su nuevo modelo: la dureza de un todoterreno y el tacto o el refinamiento de un 'crossover'. Porque si un pick up siempre es, por definición un vehículo con 'dos caras' -ideal para el trabajo pero también para el ocio activo- este nuevo Navara lleva eso a sus últimas consecuencias. Quiere ser el más duro, pero también el más confortable o refinado de los modelos de este tipo.

Y además llamar la atención y enganchar por su diseño. El objetivo es que el Navara sea útil como herramienta de trabajo y que una vez terminada la semana sea el mejor compañero del tiempo de ocio. Emilio Portillo, máximo responsable comercial de vehículos industriales de Nissan, lo explica muy gráficamente: «con una furgoneta de trabajo no te apetece salir a cenar o a tomar unas cañas… con este Navara puedes hacerlo porque su estilo es llamativo». Porque realmente el nuevo pick up de Nissan ofrece las líneas maestras de diseño de los exitosos crossover de la marca, el Qashqai y el X-Trail.

Estilo crossover, dureza de todoterreno

El de los crossover es uno de los mundos que trata de mezclar el Navara. El otro es el de los todoterreno. Y para que la mezcla funcione, se ha tomado lo mejor de los dos mundos. Para que parezca un crossover, además de diseño, se la ha dotado de soluciones que le otorgan un mayor refinamiento de marcha y de un equipamiento y calidad de acabados y materiales que hace olvidar que estamos ante un vehículo de trabajo. Para que se comporte con la robustez y fiabilidad de un todoterreno se ha desarrollado un resistente chasis y se le ha sumado un motor potente y muy contrastado.

Así si lo vemos desde el punto de vista de los crossover nos llama la atención la adopción de un sistema multilink en el eje trasero, con cinco brazos, una amortiguación mucho más efectiva y agradable que la típica de ballestas. También nos llama la atención la adopción de soluciones nunca vistas en un modelo de este tipo, como la Cámara de Visión de 360 grados, el asistente a la frenada de emergencia, los faros LED o el sistema de navegación Nissan Connect. Características muy de crossover pero poco de pick up, con las que el Navara quiere distinguirse. También se distingue por un interior que podríamos confundir con el del Qashqai o el X-Trail cuando miramos el cuadro de instrumentos o nos fijamos en la calidad de acabado, en los asientos (pueden llevar incluso cuero)…

Carga una tonelada y arrastra 3,5

Y si lo vemos desde el punto de vista de herramienta de trabajo, podemos ver características que también lo distinguen, como su capacidad de remolque (3,5 toneladas) o de carga (1 tonelada) que lo convierten en referencia en el mercado. También el rendimiento mecánico es importante y para ello, resaltar que el motor diésel 2.3 reduce el consumo nada menos que un 24 por ciento respecto al anterior. O que cuenta con dos variantes de potencia sobre la misma base mecánica (160 y 190 caballos), que tiene dos tipos de cambio (manual de seis velocidades) o automático de doble embrague y siete marchas (traído de Infiniti, lo que es sinónimo de refinamiento) y también dos tipos de tracción, 4×2 y 4×4, aunque a España sólo llegará la variante de tracción total.

La gama del nuevo Navara cuenta también con dos tipos de carrocería, doble cabina (con cuatro auténticas y cómodas plazas) y King Cab, con dos asientos de tipo transportín atrás válidos para trayectos muy cortos. Además de esa diferencia en los asientos, el King Cab, que es algo más corto lleva suspensión trasera de ballestas, mientras el doble cabina ofrece la Multilink,

Como el movimiento se demuestra andando, nada mejor que ponernos en carretera -o en camino- para comprobar si han conseguido trasladar a la realidad todo eso que, sobre el papel, suena también. En primer lugar nos ponemos al volante del Navara Doble Cabina con motor de 190 caballos y cambio automático. Pese a su gran tamaño, el Navara es fácil de manejar, con una dirección directa y muy agradable y un motor que empuja con ganas. El cambio automático es muy suave y los saltos entre marchas prácticamente no se notan. El comportamiento en carretera es muy similar al de un crossover y llama la atención lo aplomado de la suspensión trasera, sin rebotes a pesar de que en la bañera no llevamos ningún lastre.

Fuera de carretera, se sube por las paredes

La prueba en carretera demuestra que Nissan cumple. Llega la hora de comprobar su comportamiento todoterreno y para ello nos adentramos en un camino en subida hacia un parque natural en Mallorca. Seleccionamos la posición 4H y comenzamos la subida. Sin problemas, el todoterreno que el Navara sube sin problemas (por ejemplo, con la versión anterior del Navara subimos con la posición 4L) y baja con la misma tranquilidad gracias a elementos como el control de descenso. Y es de gran ayuda, porque el coche es muy grande y a veces no se ve por dónde pisa, la cámara de 360 grados para ver lo que pasa bajo nuestras ruedas. El doble cabina nos ha sorprendido positivamente.

Llega el momento de probar el King Cab, esta vez con la variante de 160 caballos con cambio manual. Y aunque hay un enorme salto adelante respecto a la anterior generación, la suspensión por ballestas y el cambio manual nos parecen mejorables. Es empezar a circular y notamos un imperceptible cabeceo en la parte de atrás. No hay duda, lleva ballestas. En cuanto al cambio manual, es poco de crossover por unos recorridos largos, más de vehículo industrial que de turismo, aunque el tacto es agradable. Sin duda el King Cab es más todoterreno y menos crossover, aunque el resultado general nos deja buen sabor de boca.

Cuatro niveles de acabado y un gran equipamiento

El nuevo Navara, que llegará al mercado en enero en versión doble cabina y en marzo como King Cab, estará disponible con cuatro niveles de acabado, Visia, Acenta, N-Connecta y Tekna, aunque desde el más básico ya ofrece un equipamiento muy completo: siete airbags, gestión electrónica del diferencial, ayudas electrónicas para la circulación off-road como el asistente de arranque en pendiente o el control de descenso de pendientes y elevalunas eléctricos, control de velocidad y ordenador de viaje. Equipamiento que se puede ir completando, según versiones, con elementos como techo solar, sensor de parking, Nissan Connect o cámara de visión de 360 grados, 

Para rematar la faena y para distinguirlo, hay una gama con más de 120 accesorios tanto de uso como de personalización: barras de protección, un hard top para la zona de carga, llantas de aleación, rieles laterales y acabados cromados… Y un sinfín de elementos.

En cuanto a los precios, la gama del Doble Cabina (para el King Cab aún no se han fijado) parte de un precio franco fábrica -sin impuestos ni campañas) de 23.043 euros para el Visia con 160 CV y cambio manual, mientras que el tope de gama, la versión Tekna con 190 caballos y cambio automático tendrá un precio de 32.886 euros. Un argumento más para lograr el objetivo que Nissan se ha fijado y que nos cuenta Emilio Portillo: ser el número 1 en Europa en este tipo de vehículos. Un objetivo ambicioso, sin duda, pero este Navara es un buen primer paso para conseguirlo.