Más claro, imposible. La DGT ha sido diáfana en sus redes sociales. «Igual que la acera es para el peatón, el carril bici es para el ciclista. No lo uses para correr, pasear o estacionar». En lo que concierne al conductor hay que quedarse con esto último: estacionar. La ley castigará a quienes obstaculicen, total o parcialmente, los carriles destinados al desplazamiento sobre dos ruedas, que suelen invadir tanto peatones como vehículos.
Velar por la seguridad de este colectivo nunca está de más. Habitualmente escuchamos que los ciclistas son los «mimados» del código de circulación, pero de ser así está justificado al menos por datos. Y es que se ha multiplicado de manera sustancial en los últimos años el número de ciclistas, que siempre han sido especialmente vulnerables en carretera.
Aparcar en el carril bici ahora es ¡falta grave!
Mira bien por dónde vas… y dónde detienes tu coche, porque ahora aparcar en un carril bici está considerado falta grave y se espera que este nuevo dictamen pueda disuadir a los conductores de llevar a cabo malas prácticas con los ciclistas, despejando un elemento tan esencial en la vía como los carriles bici, en auge en todas las ciudades europeas.
¿Cuál es el objetivo? Que los usuarios no encuentren obstáculos ni riesgos para su seguridad cuando circulan por ellos y que no tengan que abandonarlos para poder continuar su desplazamiento. Imagínate la gracia que le puede hacer a un ciclista encontrarse un coche estacionado en su camino… Seguramente no somos conscientes (o no queremos serlo) de las situaciones de inseguridad implícitas que pueden conllevar estas acciones, pero ¿con cuánto nos pueden multar?
