Han pasado ya unos cuantos años (fue en 2007) desde que Lexus lanzó al mercado su ya legendario IS F, una sensacional criatura que escondía bajo su capó delantero un descomunal propulsor 5.0 V8 atmosférico con 423 CV de potencia y que era capaz de plantar cara a deportivas berlinas de la época como los Audi RS4, Mercedes-AMG C63…
Pues ahora la firma nipona reedita aquella versión lanzando al mercado este sensacional Lexus IS 500 F Sport Performance, aunque desgraciadamente jamás lo veremos por aquí, porque Lexus solo lo va a comercializar en Estados Unidos. Aquí si esta renovada berlina llega, exclusivamente lo hará con su mecánica híbrida.
Usa el motor de los RC F
Esta criatura esconde bajo su capó delantero el mismo motor 5.0 V8 atmosférico que emplea por ejemplo un Lexus RC F, de forma que es capaz de proporcionar 477 CV de potencia a 7.100 rpm, además de 535 Nm de par motor a 4.800 rpm. Sin duda alguna toda una especie en extinción en una era donde se lleva la sobrealimentación y la electrificación a todos los niveles; de forma que, amantes de la conducción, solo debéis descubriros ante Lexus.
Aún así cabe recordar que en el mercado hay competidores más potentes, aunque ninguno de ellos emplea un propulsor de aspiración natural como la de este IS 500 F Sport Performance.
Genera 162 CV más que la opción más potente del renovado Lexus IS en Estados Unidos, pero la firma nipona se ha esforzado por minimizar el peso de esta criatura, que apenas pesa 1.452 kilos. Y eso son solo 53 más que un Lexus IS 350 F Sport.
No es el más rápido de sus rivales… pero no pasa nada
Todo ese potencial se envía exclusivamente a las ruedas posteriores a través de una caja de cambios automática y con 8 velocidades. Esta luce una configuración específica para sacar el máximo partido a su 5.0 V8, además de que suma levas en el volante. Gracias a todo ello puede presumir de acelerar de 0 a 60 millas por hora (96 km/h) en apenas 4,5 segundos. Pero eso son cuatro décimas más de lo que necesita un BMW M3… Que no tendrá el sonido de este IS 500.
Naoki Kobayashi, ingeniero jefe del desarrollo de este IS tan especial asegura que no se han centrado exclusivamente en las prestaciones puras y duras, sino que han creado una berlina que ofrece el mejor equilibrio, refinamiento y placer de conducción del mundo.
A eso ayudará el hecho de que en su eje trasero han colocado un diferencial autoblocante del tipo Torsen, mientras que Lexus recurre a Yamaha para desarrollar unas barras estabilizadoras específicas, que incorporan unos amortiguadores para variar su rigidez en todo momento. También esconde unas suspensiones revisadas, porque viene de serie con el paquete Dynamic Handling, de forma que estas son variables, al igual que la dirección.
Su equipo de frenos también se ha tenido en consideración, porque tras sus llantas forjadas de 19 pulgadas y fabricadas por el especialista Enkei, se esconde un equipo con discos delanteros de 355 milímetros y traseros de 322 milímetros, los cuales ofrecerán un compromiso perfecto entre potencia, durabilidad y ligereza.
Discreto y deportivo a la vez
Diferenciar a esta sensacional criatura será pan comido, porque solo habrá que fijarse en sus terminales de escape. Son cuatro y están superpuestos en un claro guiño a los que lucía el legendario IS F. Lexus también lo equipa con un difusor trasero específico, un alerón posterior, detalles en color negro brillante… Y poco más, porque es realmente discreto.
El interior tampoco parece expresar el poderío que hay bajo su capó, pero es cierto que cuenta con deportivos asientos, un volante específico, placas metálicas en los pasos de rueda, pedales de acero inoxidable… E incluso han creado una animación especial para su cuadro de instrumentos.
Su afortunado conductor podrá seleccionar diferentes programas dependiendo de lo que quiera extraer de su IS 500 F Sport Performance, que cuenta además con los modos Sport S y Sport S+ para ofrecer una experiencia de conducción incomparable en una berlina media.
Si quieren pasar desapercibidos, también podrán apostar por los programas Normal, Eco o Power.
Aunque estos últimos igual los podían haber eliminado directamente.
