La historia de las marcas viales fluorescentes no es cosa de hoy y menos de ayer. Ya en el año 2013, la firma de diseño Studio Roosegaarde y la constructora especializada en infraestructuras Heijmans, recibieron el premio de diseño holandés Accenture Innovation Award, y también consiguieron alzarse con el premio INDEX Award 2013.
Una década después, y desde Australia, Tarmac Linemarking y OmniGrip han trabajado en una nueva pintura vial que brilla en la oscuridad y que ya está siendo probada en condiciones reales. Y, a tenor de los hechos, supone un gran avance en la visibilidad para los usuarios de la misma.
Holanda ¿fracasó con estas marcas viales?
El ensayo holandés, aun cuando la idea se presumía innovadora resultó un fracaso desde el mismo momento de su aplicación. Las pruebas realizadas en la N329 situada en la localidad holandesa de Oss, estaban pensadas para lanzar la pintura inteligente a nivel nacional e internacional. La idea era sustituir gradualmente las marcas viales pintadas con pintura convencional por el nuevo tipo de pintura.
Pero, tras dos semanas después de su implantación, la nueva puntura fue retirada de los viales. ¿Qué pasó? Los marcadores pintados no eran capaces de dar luz consistente durante la noche, incluso desapareciendo completamente bajo condiciones de lluvia intensa.
Al respecto, la firma de ingenieros Heijmans Infrastructure, aseguró que los nuevos trabajos estarían destinados a la segunda y mejorada versión de su tecnología, para corregir las deficiencias.
