La madrugada del viernes en Ann Arbor, Michigan, se vio empañada por un accidente inusual que dejó a un Dodge Charger casi vertical sobre una señal de prohibido estacionar. El incidente, que pudo haber tenido consecuencias trágicas tanto para la que iba detrás del volante como sus acompañantes, se convirtió en una lección sobre los peligros de conducir bajo la influencia del alcohol y a gran velocidad.
A pesar de lo aparatoso del accidente, nadie resultó herido y fue solo un mal momento. De todas formas, la conductora no pudo escapar de la justicia y le realizaron la famosa prueba de alcoholemia que se determinó que su nivel de alcohol en sangre era de 0,17%, más del doble del límite legal en ese estado de Estados Unidos. Esto podría meterla en prisión por un tiempo.
¿Cómo fue que el Dodge Charger terminó en vertical?
Alrededor de las 3:40 am, la policía acudió al lugar del accidente tras recibir una llamada de alerta. Al llegar, se encontraron con una escena surrealista: el Dodge Charger, con cuatro mujeres a bordo, se encontraba casi en vertical, apoyado sobre el cartel de la calle. Una imagen que primero causó conmoción por la posibilidad de que haya víctimas, pero, al descartar lesiones de las ocupantes, terminó siendo casi humorística.
Las investigaciones determinaron que la conductora, de 24 años, había perdido el control del vehículo y chocado contra un cable sujeto a un poste. El impacto provocó que el coche saliera volando por los aires, aterrizando de manera fortuita sobre la señal de tráfico. Esta misma sirvió para que no continúe el trayecto y quede quieto sin colisionar con nada más que esté en su camino.
¿Qué consecuencias tendrá la conductora?
Más allá del riesgo de accidentes, conducir ebrio conlleva graves sanciones legales. La conductora del Dodge Charger enfrenta ahora la posibilidad de pagar miles de dólares en multas y honorarios, perder su licencia de conducir por hasta un año e incluso pasar hasta 180 días en la cárcel. Todo esto por casi duplicar la cantidad de alcohol permitido en sangre.
Este incidente sin duda quedará grabado en la memoria de ella, de sus acompañantes y de los testigos, como un ejemplo de las consecuencias nefastas que puede tener la irresponsabilidad al volante y sus problemas legales en Estados Unidos. La lección es clara: si va a beber, no conduzca. Planifique un viaje sobrio a casa y proteja su vida y la de los demás.
