Por si fueran pocos los mecanismos de recaudación de la DGT, se siguen implementando nuevos radares para cazar a los conductores imprudentes o despistados. En los últimos años esta evolución de la tecnología ha ido orientada a resguardar las Zonas de Bajas Emisiones, teniendo que instalar todo un entramado de cámaras y sensores para blindar estas áreas protegidas.
Por su puesto, también se ha perfeccionado la tecnología de los radares de velocidad para hacerlos cada vez más fiables y pequeños. Pero estas herramientas de captación no se han limitado solo a estos aspectos. Ahora hay otro tipo de contaminación que preocupa a las autoridades y se van a empezar a implementar radares para controlarlo. ¿De qué contaminación hablamos? Pues de la contaminación sonora que genera el tráfico rodado.
¿Cómo funcionan los radares de ruido?
Estos radares acústicos son cámaras que se activan cuando el escape de un coche supera los valores fijados. De este modo pueden registrar la matrícula y emitir una multa a los coches más ruidosos. A falta de saber qué limites se pondrán en España, podemos fijarnos en el ejemplo de Reino Unido.
Ningún vehículo fabricado más tarde de 2016 puede superar los 72dB, mientras que los antiguos tienen más margen y pueden llegar hasta los 76dB. Curiosamente los modelos más nuevos son los más multados con esta normativa, al tener un margen más bajo. Además las marcas más multadas por estos radares han sido BMW, Lamborghini, Mercedes, Ferrari, Audi y Land Rover.
