La aparición de ruidos inusuales, un nivel muy deficiente de frío u olores muy desagradables al ponerlo en marcha son avisos claros que da un coche. Son su forma de expresarse y decirnos que el aire acondicionado va a dejar de funcionar. Es importante que los escuches, ya que dejarlos pasar puede dar lugar a una avería mucho más costosa.
Ya sea con aire acondicionado o con sistema de climatización, el modo de modificar la temperatura interior de tu coche está ahí no solo para mejorar el confort sobre la marcha, también por algo que nunca puede caer en saco roto: tu seguridad.
El aire acondicionado, mucho más que comodidad en los viajes
Y es que quizá no lo sepas, pero que en el habitáculo haya 25 grados o más provoca la disminución de la atención del conductor, así como de la concentración, e incrementa el tiempo de reacción ante un imprevisto. Se podría decir que el símil más apropiado es conducir borracho… y no exageramos. ¿Cuál es la recomendación de los expertos? Establecer la temperatura del habitáculo entre los 21 y los 24 grados.
Mantener esta temperatura exacta es aconsejable… aunque esto puede variar grado arriba o abajo dependiendo de cada persona. De esta forma, además de refrescar el ambiente dentro del vehículo, el aire acondicionado cumplirá una misión de seguridad y podrás decir adiós a la fatiga, la somnolencia, y, en consecuencia, las distracciones.
