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Renault Clio, Captur y Mégane E-Tech. Sabiduría eléctrica

Que Renault es una potencia en la tecnología eléctrica no es nuevo. Desde hace años -cuando otras marcas aún ni se lo planteaban- la marca francesa apostaba ya por modelos 0 emisiones como el Twizy o el Fluence. Y por supuesto el Zoe, el eléctrico más vendido de Europa que ahora forma la gama ZE -Zero Emissions- con el Kangoo o el Master a los que muy pronto se sumará la versión eléctrica del Twingo, con 250 kilómetros de autonomía.

Por este potencial y por su bagaje en la F-1, que desde hace años ha apostado por motores híbridos, sorprendía que Renault no se hubiera lanzado a crear variantes con esta tecnología. Pero ya está aquí la gama E-Tech para acabar con ese déficit y ampliar la gama del fabricante francés con modelos de bajas emisiones pero carácter -y precio- más popular que los eléctricos puros.

La gama E-Tech con sus tres modelos y dos tecnologías, supone una alternativa que combina el mundo de la electrificación y el de la combustión para dar respuesta a todas las necesidades. Para crearla, Renault ha desplegado todo su potencial de innovación y toda su experiencia acumulada en la Fórmula 1. Esa innovación se resume en las más de 150 patentes generadas con estos E-Tech.

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Innovación pero sencillez, porque aunque sean tres modelos y dos tecnologías, la base es común. Todo parte de las modernas y electrificadas plataformas -CMF-B en Clio y Captur y CMF C/D en Mégane- sobre las que Renault ha creado un grupo motopropulsor que asocia un motor de gasolina -de 91 CV- a dos motores eléctricos y un cambio multimodo sin embrague. Y por supuesto, una batería. Y aquí es donde radica la diferencia entre los dos tipos de tecnologías. Porque mientras la del Clio es de menor capacidad (1,2 kWh), para los híbridos enchufables se opta por una batería de 9,8 kWh.

Con ello cambian los rendimientos que ofrecen ambos, sobre todo en su vertiente eléctrica. Porque el Clio va usando y recargando la batería de forma permanente mientras circulamos hasta poder recorrer hasta el 80 por ciento de los trayectos en ciudad en 0 emisiones. Para el Captur y el Mégane -ambos fabricados en España, lo mismo que las baterías que se ensamblan en Valladolid-, esa capacidad de batería permite que podamos cargarla -aunque solo a 3,4 kWh con el cargador de serie- para conseguir 50 kilómetros de autonomía eléctrica y hasta 65 en circulación urbana bajo el ciclo de homologación WLTP.

La combinación de estos tres motores hace que puedan funcionar de forma independiente o conjunta dirigiendo su energía hacia las ruedas o hacia la batería todo gestionado de manera inteligente en función de las necesidades de aceleración y potencia en cada momento con hasta 15 combinaciones de funcionamiento entre los distintos motores y marchas engranadas. Su capacidad de regeneración de la batería en marcha es destacable, tanto cuando levantamos el pie del acelerador o pisamos el freno y sobre todo cuando colocamos en la palanca de cambios el modo B.

Potencia y eficiencia

El resultado es una alta eficiencia en la gestión de la energía, con valores homologados en los tres modelos que los sitúan entre los mejores de sus segmentos. Los 1,3 l/100 km que homologa el Mégane E-Tech, con solo 28 g/km de emisiones dan fe del trabajo realizado. O la reducción de consumo, que en ciudad puede llegar a un 40 por ciento en el Clio respecto a un gasolina equivalente.

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Todo ello sin perder carácter pues los 140 caballos de Clio y Captur y los 160 del Mégane E-Tech permiten una conducción en todos los casos donde el dinamismo está garantizado. Y así nos lo han demostrado los tres modelos en una primera toma de contacto en Madrid.

El Clio híbrido es el primero en caer en nuestras manos; no cambia respecto a un Clio tradicional. La conducción y sensaciones al volante no se diferencian de un Clio tradicional de combustión pues el peso se incrementa solo unos 10 kilos. Recorremos con él alrededor de 45 kilómetros que combina zona urbana con autovías y carreteras, donde apreciamos su suavidad general, tanto en la marcha como en los cambios, donde la caja multimodal trabaja de manera inteligente para buscar la mejor relación en cada momento. Cuenta con tres modos de conducción, MySense (que busca el equilibrio entre prestaciones y consumo), Eco (apuesta por la eficiencia) y Sport (prima las prestaciones) para adaptarse a lo que quiera el conductor en cada momento. Es capaz de circular en eléctrico y en silencio o de mostrar carácter si se le exige. Dirección, frenos y suspensiones como en el Clio, lo que garantiza un dinamismo elevado. El balance del recorrido con el Clio dice que hemos consumido una media de 4,1 l/100, lo que mejora incluso el consumo homologado.

Mégane y Captur son nuestros siguientes compañeros. Comparten todo el esquema mecánico, pero el crossover se limita a 140 caballos frente a los 160 del Mégane.

Ambos ofrecen las mismas alternativas y suman un nuevo modo de conducción a los que ofrecía el Clio. La opción Eco aquí se llama Pure para moverse solo en eléctrico. Y la nueva función llamada e-Save permite guardar la carga de la batería para utilizarla por ejemplo al entrar a la ciudad. El recorrido, diferente, nos proporciona sensaciones similares en cuanto al rendimiento y al comportamiento del sistema de propulsión. La suavidad marca en todo momento cada kilómetro. Aquí el coche no solo arranca en eléctrico sino que podemos elegir cuándo mantener o apostar por este tipo de propulsión, disponible hasta los 135 km/h. Y cuando se pide, el motor de combustión, en ambos, entra con fuerza para mejorar el rendimiento.

El remate final viene con los consumos. Con el Mégane, con el que hemos recorrido 17,1 de los 35,5 kilómetros en eléctrico, el consumo ha sido de 3,2 l/100 km. Y para el Captur, con el que hacemos un 70 por ciento del recorrido en eléctrico, dejamos el gasto en unos estupendos 1,8 l/100 km. Todo eso con un uso normal, a ritmos normales, lo que demuestra que estos E-Tech son capaces de conseguir grandes ahorros en circunstancias reales de conducción.

Los nuevos E-Tech ya están disponibles con precios que, sin incluir las ayudas del Gobierno -2.600 euros para los híbridos enchufables y hasta 1.000 euros en los híbridos- en el Clio parten de 21.533 euros; en el Captur empieza en los 31.024 y para el Mégane habrá que desembolsar 30.900 euros.